Michel y Betty se dirigieron a saludar a Armando, ya que vieron que los estaba mirando
Betty: Hola doctor, Buenas noches
Armando: Buenas noches, Betty. Michel, que felicidad verlo por acá, ¿Cómo le va? -dijo con un tono tratando de disimular el enojo
Michel: Muy bien, gracias. Eh, Betty voy por algo de tomar ya vuelvo
Betty: Okey, te espero acá
Michel se fue y dejó a Armando y a Betty solos, mientras Betty esperaba a que Michel volviera, había un silencio incomodo entre los dos, hasta que Armando decidió acabarlo.
Armando: Betty, déjeme decirle que se ve muy bonita hoy, ese vestido le queda muy hermoso
Betty: Gracias, doctor, usted también se ve bien con ese traje -sonrió falsamente
Armando: Mi vida, ¿Cuándo podremos estar finalmente los dos solos?
Betty: ¿Cuál mi vida? No ve que alguien nos puede escuchar, ahora no
Armando: Perdóneme Betty, ¿Puede esta noche?
Betty: No creo doctor, no he pedido permiso a mi casa
Armando: No se preocupe, no nos demoraremos mucho
Betty: Mmm, bueno, pero no me vaya a llevar a esos rumbeaderos oscuros de esos que tanto le gustan a usted, porque tampoco tengo ganas de bailar
Armando: ¿Pues qué le parece si vamos a un restaurante que yo conozco?
Betty: Podría ser
Después de un rato, Michel volvió y tomó de la cintura a Beatriz, sin incomodarla, Armando claramente se dio cuenta y trataba de disimular lo más posible sus celos, aunque en eso no era para nada bueno. Al mismo tiempo, apareció Claudia Elena Vázquez y se dirigió a donde estaban Michel, Armando y Betty.
Claudia: ¡Hola! ¿Cómo están?
Armando: Muy bien, clau ¿y tú?
Claudia: Bien, gracias. ¿Cómo esta, Betty?
Betty: ¡Hola Claudia! Bien, Gracias. Mire, le presento a un amigo mío, él es Michel
Michel: Un gusto, Michel Doinel -dijo dándole un apretón de manos
Claudia: Un gusto, igual. Betty, déjeme decirle que la veo muy bien, ahorita me pone al corriente
Betty: jajajaja, Si claro, ahorita hablamos
Claudia: Bueno, me despido que tengo que saludar a otros compradores, ya dentro de unos 10 minutos por ahí, ya está listo el contrato de las telas. Con permiso.
Armando: Dale, no te preocupes
Claudia se retiró y quedaron los tres de nuevo, Armando estaba que le daban unas ganas de pegarle un puño en la cara a Michel al ver que tenía su mano en la cadera de Betty, pero se enojaba aún más, al ver que Betty tampoco decía nada. Ahí seguían con un silencio incomodo, hasta que Betty se fue al baño para retocarse, quedando Armando y Michel solos, ahí vio la oportunidad para preguntarle a Michel, en si cómo se habían conocido.
Armando: Entonces, Michel ¿Me puedes contar bien cómo se conocieron usted y Beatriz?
Michel: Claro, pues yo estaba caminando en el parque y llegó Betty y me imagino que se tropezó con algo, y me hizo caer, nos levantamos, se disculpó y nos presentamos, después nos quedamos hablando un rato, pero eso es todo.
ESTÁS LEYENDO
Mis Cartas de Venganza
FanfictionDespués de que Betty descubre la insólita carta de Mario Calderón y descubre que todo es un engaño, decide tomar venganza, pero no solo de Armando y Mario, sino de todos los que le hicieron la vida imposible y se burlaron o la menospreciaron por fea...