Capítulo 8 - La 1era Noche

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Michel y Betty se dirigieron a saludar a Armando, ya que vieron que los estaba mirando

Betty: Hola doctor, Buenas noches

Armando: Buenas noches, Betty. Michel, que felicidad verlo por acá, ¿Cómo le va? -dijo con un tono tratando de disimular el enojo

Michel: Muy bien, gracias. Eh, Betty voy por algo de tomar ya vuelvo

Betty: Okey, te espero acá

Michel se fue y dejó a Armando y a Betty solos, mientras Betty esperaba a que Michel volviera, había un silencio incomodo entre los dos, hasta que Armando decidió acabarlo.

Armando: Betty, déjeme decirle que se ve muy bonita hoy, ese vestido le queda muy hermoso

Betty: Gracias, doctor, usted también se ve bien con ese traje -sonrió falsamente

Armando: Mi vida, ¿Cuándo podremos estar finalmente los dos solos?

Betty: ¿Cuál mi vida? No ve que alguien nos puede escuchar, ahora no

Armando: Perdóneme Betty, ¿Puede esta noche?

Betty: No creo doctor, no he pedido permiso a mi casa

Armando: No se preocupe, no nos demoraremos mucho

Betty: Mmm, bueno, pero no me vaya a llevar a esos rumbeaderos oscuros de esos que tanto le gustan a usted, porque tampoco tengo ganas de bailar

Armando: ¿Pues qué le parece si vamos a un restaurante que yo conozco?

Betty: Podría ser

Después de un rato, Michel volvió y tomó de la cintura a Beatriz, sin incomodarla, Armando claramente se dio cuenta y trataba de disimular lo más posible sus celos, aunque en eso no era para nada bueno. Al mismo tiempo, apareció Claudia Elena Vázquez y se dirigió a donde estaban Michel, Armando y Betty.

Claudia: ¡Hola! ¿Cómo están?

Armando: Muy bien, clau ¿y tú?

Claudia: Bien, gracias. ¿Cómo esta, Betty?

Betty: ¡Hola Claudia! Bien, Gracias. Mire, le presento a un amigo mío, él es Michel

Michel: Un gusto, Michel Doinel -dijo dándole un apretón de manos

Claudia: Un gusto, igual. Betty, déjeme decirle que la veo muy bien, ahorita me pone al corriente

Betty: jajajaja, Si claro, ahorita hablamos

Claudia: Bueno, me despido que tengo que saludar a otros compradores, ya dentro de unos 10 minutos por ahí, ya está listo el contrato de las telas. Con permiso.

Armando: Dale, no te preocupes

Claudia se retiró y quedaron los tres de nuevo, Armando estaba que le daban unas ganas de pegarle un puño en la cara a Michel al ver que tenía su mano en la cadera de Betty, pero se enojaba aún más, al ver que Betty tampoco decía nada. Ahí seguían con un silencio incomodo, hasta que Betty se fue al baño para retocarse, quedando Armando y Michel solos, ahí vio la oportunidad para preguntarle a Michel, en si cómo se habían conocido.

Armando: Entonces, Michel ¿Me puedes contar bien cómo se conocieron usted y Beatriz?

Michel: Claro, pues yo estaba caminando en el parque y llegó Betty y me imagino que se tropezó con algo, y me hizo caer, nos levantamos, se disculpó y nos presentamos, después nos quedamos hablando un rato, pero eso es todo.

Mis Cartas de VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora