Capítulo 5 - Celos

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Betty: No, para nada doctor 

Armando: Disculpe que me meta, pero ¿ustedes ya se conocían? -preguntó en un tono tratando de disimular su enojo

Michel: Pues sí, nos topamos ayer en el parque cuando Betty se tropezó encima mío y nos caímos y ahí nos conocimos

Armando: Ahh, que interesante -dijo disimulando los celos, cerrando sus puños 

Por un momento, hubo un silencio incomodo en la sala de juntas, pero después de un rato, entró Mario Calderón

Mario Calderón: ¡Hola! ¿Cómo están? Que pena la tardanza -dijo un poco apenado

Michel: No se preocupe, un gusto, Michel Doinel -dijo dándole un apretón de manos

Mario Calderón: Discúlpeme, pero ¿usted es francés?

Michel: Si, precisamente soy de París

Mario Calderón: Ahh, Enchanté de vous connaître

*significa en español: Encantado de conocerlo*

Michel: Vous aussi

*significa 'A usted también'*

Mario saludó a Armando y después llegó a donde Betty, pero como no la había reconocido la saludó como si no se conocieran

Mario Calderón: Buenas, Mario Calderón y usted es... -dijo en un tono coqueto, esperando a que Betty le dijera su nombre

Betty: Doctor, yo soy Betty -respondió sería

Mario: Ay discúlpeme, Betty, pero es que la vi tan cambiada y no la reconocí

Betty: No se preocupe doctor -dijo fríamente y fingiendo una sonrisa

Después de los saludos, comenzaron la reunión, charlaron sobre finanzas, comercio, etc., y tanto como Armando, Michel y Mario, se habían quedado mirando a Betty, impresionados de lo bonita que se veía y como se desenvolvía muy bien exponiendo el negocio, Betty se dio cuenta de esas miradas y se sintió un poco incomoda, sin embargo, continuo como si nada. Terminaron la charla y finalizaron firmando los documentos, celebraron con un poco de champán, pero Betty ya que no tomaba, optó por agua.

Betty: Bueno, yo me tengo que ir, tengo otras cosas que hacer, fue un placer hacer negocios con usted, Con permiso.

Armando: Betty, ¿Será que se puede quedar un momento?, necesito hablar con usted

Betty: Okay, doctor -dijo sin mostrar mucha importancia

Betty salió de la sala de juntas y entró a su oficina, en el escritorio había encontrado una carta, unos chocolates y un peluche chiquito, ella sabía que ese regalito seguía haciendo parte de su juego, pero igual se dignó a leer las mentiras que le decía Armando en ella

"Estos dos días que estuve sin ti, se me pasaron como si fuera una eternidad, me sentí solo, triste, incompleto, no sé cómo vivir sin ti. Te extraño, extraño tus besos, tus abrazos, todo de ti, eres la única que me completa y al estar a tu lado me haces sentir tranquilo, cada día que pasa, confirmo más el amor que siento por ti y espero tenerte para siempre a mi lado.

Con amor,

A.M."

Después de leer esas palabras a Betty ya no le producían nada leerlas, le daba más bien, asco, ira, repudio, que lo primero que hizo, fue tirarlas lo más rápido posible a la bolsa de los recuerdos. Se sentía demasiado mal, no sabía si era por tener a Armando tan cerca o qué era, llamó a la cafetería para que le dieran una pastilla y un vaso con agua, cuando llegó, las tomó lo más rápido posible, quería que ese molesto dolor se le fuera de una vez y después, se recostó en sus hombros para descansar un poco.

*Mientras tanto*

Inesita: Oigan muchachas, ¿es que de verdad así de bonita esta Betty?

Aura Maria: ¡Si! Si usted la viera, estaba así toda triple mamita, parecía hasta una modelo

Bertha: Ay, es que no puedo más de la intriga, necesito verla, porque o sino no doy para trabajar tranquila

Sofia: ¡Ay, yo también! ¿Pero cuéntenos como estaba?

Mariana: ¡Estaba di-vi-na!, traía así un traje como de oficina, con un blazer blanco espectacular, un pantalón así también, unas sandalias hermosísimas, el pelo liso, que parecía como una seda y super brillante, ¡Uy no, estaba hermosa!

Sandra: ¿Y será que doña Marcela ya la habrá visto?

Aura Maria: Yo creo que no, porque o sino ya hubiera pegado el grito al cielo y nos hubiéramos dado cuenta

Inesita: Pero bueno muchachas, como ya es hora de almorzar, vámonos antes de que alguno de sus jefes las retrase, porque ya nos va a coger la noche

*

Betty se levantó un poco y se dio cuenta que ya era hora del almuerzo, así que salió de su oficina y cuando trató de salir, Don Armando la cogió del brazo y la detuvo.

Armando: ¿Betty, podemos hablar?

Betty: Doctor, hablemos mas tarde, mis amigas me están esperando para almorzar

Armando: Okey, pero no se demore, que es muy urgente lo que necesito hablar con usted -le dijo un poco desanimado

Betty: Okey

Finalmente, Betty salió y en la recepción se encontró al cuartel

Betty: Hola muchachas, ¿vamos?

Aura maría: Si, justo la estábamos esperando

Bertha: Betty espérese un momentico, ¿en verdad es usted?, Ay, es que esta tan divina

Betty: Si, Bertha, soy yo o acaso ¿Quién más voy a ser? jajaja

Sofia: ¿Y que se hizo? Necesito que me pase el nombre del cirujano, que eso sí, que después cuando quede ahí bien mamita, recupero a mi marido de la moza, desgraciada, vagabunda, impulsadora de galletas esa

Aura Maria: Claroo, ¿Cómo no?, es que mija usted no debe volver con el 'cheque' ese, mejor búsquese a un papasote así bien divino y se lo restriega en la cara a su ex y se hace respetar ¿Qué tal?

Inesita: Niñas ahorita pelean, que al paso que vamos, regresamos, ¡pero con la carta de despido esperándonos!

El cuartel salió del edificio y se dirigieron al corrientazo, al llegar se sentaron en una mesa y pidieron el plato del día.

Mariana: Muchachas, entonces como hoy es día de cartas ¿Quién quiere ir primero?

Sandra: ¡Ay yo! ¿Sera que ahora si me saldrá el hombre de mis sueños? Aunque esa un enano que yo me conformo con eso

Mariana: Pues vamos a mirar

Mariana le leyó las cartas a Sandra al igual que con el resto, no había salido nada interesante, solo faltaba Betty, ya que a Inesita no le gustaba que le leyeran las cartas

Mariana: Bueno Betty, entonces que ¿Se anima?

Betty: Bueno, dale

Mariana: Okey, entonces parta en 3 el maso, y después seleccione uno de los tres grupos que quedaron

Betty: Escojo, mhh, este -respondió indicándole uno de los grupos de cartas

Mariana: Veamos -Mariana puso una cara de sorpresa al voltear todas las cartas del grupo que escogió Betty

Mariana: Ayyy Betty... -dijo con un cara de preocupación, a lo cual, todas las del cuartel quedaron intrigada


Mis Cartas de VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora