‣ⅠⅠ Segundo año

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«Vendré a visitarte en las vacaciones»

Esa fue la promesa que JunMyeon le había hecho cuando, el año pasado, YiXing le contó sobre sus planes de ahorrar para ir a verlo, así que contaba con eso para volver a ver a su querido novio; de esta manera, compensaría un poco no haber podido abrazarlo y besarlo durante casi un año. Pero resultó ser que JunMyeon no podría regresar para las vacaciones, pues su padre quería comenzar a enseñarle el manejo de la empresa para el día en que él ya no pudiera continuar en la cabeza o alguna tragedia temprana pasara. Solo era por si acaso.

Lamento no poder ir a verte —se disculpó JunMyeon a través del teléfono—. Te extraño mucho, muchísimo, pero se me hace imposible viajar en este periodo.

YiXing se veía cabizbajo con el celular en la mano, la noticia le había caído como un balde de agua fría. Con los labios ligeramente curvados hacia abajo, apretó los tickets de teatro que había comprado para dárselos como regalo de bienvenida a JunMyeon. Su obra favorita había regresado a los escenarios después de diez años, así que YiXing pensó que sería una buena idea darle esa sorpresa. 

Pero la sorpresa se la terminó llevando él mismo.

—No te preocupes, Myeonnie, solo ha pasado un año y aún se siente como si estuvieras aquí —mintió para hacerlo sentir mejor.

¿En serio?

—Por supuesto —respondió—. Hablamos todos los días por teléfono, hacemos videollamadas e incluso grabamos videos diarios.

Ya no son tan diarios por mi culpa... —se lamentó—. Termino exhausto entre la universidad y los encargos que me da mi padre para "aprender más". Lo siento mucho.

—Myeonnie, no, no te culpes por eso. Entiendo muy bien que estás ocupado, pero aun así te las arreglas para conversar conmigo en tus tiempos libres.

Siempre has sido tan considerado.

—Y tú muy diligente. Esa es una de las cualidades que hizo que me enamorara de ti —le oyó reír bajito—. Así que, deja de lamentarte por cosas que no valen la pena. Todavía estamos locamente enamorados, ¿no?

¡Claro que sí! —respondió animado—. Pero porque estoy locamente enamorado de ti, estoy anhelando estar entre tus brazos otra vez. Estoy en abstinencia sexual por casi un año ya —susurró—. ¿Tú no extrañas mi cuerpo?

YiXing agradeció que solo estuvieran hablando mediante una llamada telefónica, porque su rostro estaba comenzando a arder.

—Yo... uhm... —rascó su nuca por los nervios. No sabía cómo explicarlo para que no sonora tan directo, pero esa parecía la única manera de decirlo—. Me masturbo pensando en ti...

¿Lo haces? —A diferencia de YiXing, JunMyeon era mucho más abierto con respecto a estas cosas—. Me gustaría escucharte.

—Ah... ¿Ahora?

Sip. Estás solo en tu habitación, ¿no?

—Uhm, sí...

Bien, entonces quiero que lo hagas —dijo muy resuelto—. Anda, por favor, hazlo. Extraño escuchar tus gemidos.

¡Jun! —chilló.

¿Ya te las estás jalando?

—Nooo.

Entonces no grites mi nombre si no es en un orgasmo.

JunMyeon sonaba muy decidido a no cortar la llamada hasta que lo escuchara gemir por el auricular. Nunca antes habían intentado esto, por lo que no tenía muy claro qué era lo que debía hacer o cómo empezar.

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