KhunBam (proyectos fallidos).

EL BOSQUE DE LA NOCHE.

Si, se parece a penitencia, pero hice toda una lista que se parecen entre ellas, aunque, claramente no llevan la misma trama, un ejemplo a continuación...

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El príncipe apareció en lo alto de la gran escalera de caracol, corriendo mientras parecía estar a punto de colapsar por la risa que le provocaba su perseguidor.

Antes de que pudiera escapar más, antes de ser atrapado y recibir cosquillas como castigo, su pie de dobló y cayó de frente con toda la fuerza que le significaba la carrera que tenía hasta hacía unos segundos.

Estaba preparado para caer de cabeza, pero el cuello le dolió cuando alguien tiró de su ropa por la espalda y lo sostuvo lejos de una caída que le costaría un par de huesos.

Tosió cuando fue liberado y miró a su compañero de juego, que tenía la piel más pálida y sus orejas rojas eran evidentes, estaba asustado y era su culpa por el descuido que acababa de tener.

— Lo siento mucho, señor Khun, no era mi intención —quizo justificar, pero su compañero no respondió, sólo inició la caminata de nuevo al estudio donde su padre hablaba con el rey—. Señor Khun... Por favor no te enojes conmigo.

— Bam, si algo llegara a pasarte, mi cabeza rodaría en una bandeja —respondió Khun tras caminar unos segundos en silencio—. No puedo volver a arriesgarte de esa manera.

Bam no habló de nuevo, irrumpiendo en el espacio en que estaba su padre, hizo una leve reverencia a Edhan, el padre de su amigo, lo saludó con alegría y alborotó su cabello, antes de permitirle dirigirse al lado de su padre, que lo tomó en brazos y lo sentó sobre una de sus piernas sin siquiera decir algo a pesar de notar la decaída actitud de su hijo.

— Edhan, los tramos de las fronteras norte y este no pueden seguir...

— Honestamente, no encuentro la razón de tu descontento, fuiste quien dió la orden de conservar todo lo que había en ella cuando fueron conquistados —Bam no pudo ignorar la evidente burla en las palabras de Edhan, quien tampoco pareció interesado en su hijo al verlo entrar con una cara más malhumorada que en su llegada. Sólo dió una mirada de soslayo y lo ignoró para poner atención a la orden que recibía.

— Fue en un inicio, la verdad es que no puedo ir personalmente, pero lo dejo a tu cargo, sé que harás un buen trabajo —Edhan sonrió con arrogancia a la orden y miró a Bam de un modo que a este le pareció ser juzgado de manera incomprensible.

— Por supuesto, el príncipe debe estar seguro en su propio hogar —le dedicó una leve mueca y un nuevo asentimiento, antes de arreglar la túnica con la que se cubría—. ¿Porque no lo dejaste a Lo Po Bia? Puede hacer lo mismo y con más disposición.

— Está en otra misión.

— Ah... Por supuesto.

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El exterminio de las poblaciones en el norte y el este, fueron silenciosos, desapercibidos, una noche de tormenta que jamás se había visto antes, y todo desapareció.

Solo hubo un par de testigos que no estuvieron interesados en la desaparición de toda la vida, pero que guardaban celosamente tal información por si debía requerirse después.

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La fruta en las bandejas era vistoso, las mesas estaban servidas con gran esplendor, el salón ostentaba la riqueza del reino y que no existía uno más grande que el.

La servidumbre caminaba de un lado a otro, cuidando hasta los más pequeños detalles, si algo salía mal ese día en especial, la sangre correría, y no era simple paranoia, era en un sentido literal.