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La celebración de victoria por la noche fue precedida por el anuncio del próximo matrimonio entre las sectas Jiāng y Jin, en el interior del palacio Jiāng la gente que estaba en el banquete continuaba emocionada por la pelea mientras las calles estaban en un ambiente muy festivo.

En medio de la festividad por fin el líder del clan Lan se acercó al líder de Yunmeng para ofrecer sus disculpas por el tiempo de llegada tan retrasado. 

Con una apenada sonrisa el líder Lan miró a sus anfitriones haciendo las reverencias correspondientes, quienes realmente no estaban más que apenados por no haber retrasado un poco más el evento donde el segundo heredero de Lan participó.

Jiāng Cheng al prestarle más atención al líder Lan comenzó a sentir su pulso acelerado, su cara de pronto comenzó a sentirse muy caliente pintando sus mejillas de un rubor creciente, cada vello de su cuerpo se erizó por la profunda voz del jade mayor y en su interior el Kunze que había estado durmiendo despertó halando su conciencia hacia el fondo intentando tomar su cuerpo, su Kunze por unos instantes logró liberarse de las constantes ataduras que representaban la conciencia y el recato. 

Mientras que Lan Xichen sintió un golpe profundo provenir de su pecho, sus latidos acelerados golpeaban con fuerza haciendo que la sangre se disparase a través de su cuerpo emocionando todo su ser, una sensación de pertenencia urgió en sus brazos necesitando proteger a la persona que tenía al frente, la calidez de la excitación provocada por un Kunze cercano en celo llamó a su durmiente Qianyuan que de inmediato intentó extender su mano para tomar a quien le llamaba.

Los ojos de Lan Xichen brillaron ante el descubrimiento, la sensación de complementarse fue placentera, sumergiéndose en la sensación de ser abrazado por el apacible perfume floral, haciendo a Lan Xichen disfrutar de ser rodeado por esa calidez. 

Jiang Cheng podía sentir como si estuviese flotando, el cálido abrazo que siempre necesitó sólo podía provenir de un hombre, de ese que tenía al frente, el aire que respiraba no era nada comparado con el líder Lan, precioso, valioso, insuperable. 

Se necesitaban tanto en apenas instantes. 

Querían vivir dentro del cuerpo contrario y por la eternidad. 

Entonces la comprensión llegó para ambos al sentir como sus atrayentes aromas inundaron la habitación, alterando a los Qianyuan que estaban demasiado cerca de ellos.

~"¡Oh no!"~ Gritaron internamente los hermanos del líder de los Lotos al percatarse de lo que estaba pasando.

Ese poderoso aroma era de una sola persona.

Jiang Yanli cubrió a su hermano pequeño de inmediato para apartar a cualquiera que se acercara, mientras que Wei Wuxian se deslizó tan rápido del lado de Lan Wangji que casi pareció desaparecer de la vista de todos.

Como un rayo negro Wei Wuxian tomó a su hermano menor entre sus brazos apartando a todos con la fuerza de intimidación de su Qianyuan y una vez en los pasillo corrió como si su vida dependiera de ello, primer umbral seguido de un largo pasillo, segundo umbral seguido de otro largo pasillo, tercer umbral y por fin el ultimo largo pasillo que conducía al área más escondida de su hogar, la mente del loto rojo se le nublaba rápidamente debido al candente aroma de las feromonas del Kunze dispuesto entre sus brazos.

Con preocupación entró hasta el fondo de la habitación acomodando a su hermano en una cómoda cama donde se escondería de todos hasta que su hermana diera el aviso a los guardias especiales que eran Zhongyong para proteger a su líder en esos momentos en que Wei Wuxian no podía hacer nada por él.

Con los sentidos aturdidos por el llamado del Kunze de su hermano, apenas pudo sacar una raíz de loto tierna, el veneno para el Qianyuan de Wei Wuxian, necesario para detenerse de cualquier acto o morir, lo que le ocurriese primero, lo que evitase que el loto rojo cometiera un crimen en contra de si mismo.

Hueles como el verano de YunmengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora