Amistad y amor.

-.Capítulo 10.-

Ya hemos merendado hace rato, y yo tengo a Dani delante diciendome todas estas cosas bonitas.

De repente, suena mi móvil ("bendito momento en el que a alguien se le ha ocurrido llamarme", pienso). Es Laura, un poco alterada diciendo que se ha quedado tirada con el coche con su madre, y que por favor si puedo ir a recogerlas porque tienen que ir a un sitio muy importante. Le digo que claro, por su puesto, y me da la dirección.

Le explico un poco a Dani y me voy, pensando en cómo se lo tomará y esperando que no le importe mucho.

Tardo unos cuarenta minutos en llegar a la dirección que me ha dado Laura.

De repente, cuando llego y me bajo del coche; alguien me benda los ojos y me tapa la boca. Casi se me para el corazón del susto. El sujeto desconocido me guia un minuto andando y de repente me hace sentar en una silla. Escucho una puerta de cerrar. Estoy a punto de echarme a llorar. Huele a... velas?

Me destapan la boca después de prometer que no gritaré, y seguidamente la venda.

Para nada era lo que me esperaba. Cuatro paredes rojas, con velas repartidas, sentada delante de una mesa, con comida de aspecto delicioso y otra vela.

Esperaba encontrarme un zulo, lúgubre y para nada tan agradable...

Al otro lado de la mesa estaba... David?

- ¡Qué susto me has dado!

-Lo siento- me contesta entre risas.

Me lo explica todo. Resulta que se compinchó con Laura para montar todo eso, es tan bonito...

Cenando, miro el movil discretamente para decirle a mamá que ceno fuera y que por la noche saldré, pero que antes de salir ire a casa a cambiarme (llevo la ropa de ir a recoger las notas, tampoco me arreglé nada esta mañana).

Después de cenar vamos en mi coche a mi casa, y mientras el me espera fuera yo me pongo un vestido azul y unos tacones, pongo a cargar el movil, me aliso el pelo, me maquillo y me voy.

Lo pasé genial, dormí con Lucía en su casa, que salio con nosotros. O eso es lo que creía, porque me he despertado en la cama de Lucía, sí, pero el que estaba a mi lado era David.