Fueron seis días soportables. El alfa con que compartió dos años de su vida de manera obligatoria no le tenía que repetir dos veces que deseara que el lazo desapareciera. Hizo lo que se le dijo y un día después comenzó a sentir los cambios.
Dolía y a la vez una paz recorría el cuerpo del omega. Estaba siendo liberado. El tercer día tuvo miedo, pensó en que podría ser mentira y el alfa lo hiciera morir de manera menos agonizante. El alfa lo obligo a dar consentimiento a la ruptura, lo hizo por miedo.
Y un día sin más, era libre.
Parado en el aeropuerto nuevamente en su tierra le parecía irreal. La realidad lo golpeaba. Lo liberaron, pero no sabía que hacer, tenía dinero que no rechazo del alfa, lo necesitaba si quería sobrevivir. Comenzó por buscar un lugar donde dormir y un trabajo, no quería sobrevivir quería vivir.
Un mes después estaba instalado. Consiguió un apartamento compartido con otro omega y un trabajo en una tienda de conveniencia. Le estaba resaltando sencillo adaptarse a la libertad.
—Jin ¿No estas buscando universidades? —pregunto la omega con la que compartía piso.
No iba contando su historia a los cuatro vientos. Invento una menos dolorosa y llena de alegrías. Era un omega proveniente de un pueblo que viajo a la cuidad con los ahorros de sus amables y adorados abuelos que habían muerto meses atrás, una historia sin padres, sin hermanos. Contó que no tenía tantos estudios ya que eso se notaria, no mintió y tampoco lo hizo cuando expresaba sus deseos por aprender.
¿Qué lo detenía? Sus hermanos, quería verlos.
Ya tenía listo el boleto para ir a visitarlos, eso sí, temía que sus padres intentaran volver a venderlo si llegaban a enterrarse de que ya no estaba marcado. Era fácil ocultarlo bajo la bufanda y camisas de cuello alto, esperaba no lo descubrieran.
—Lo hare cuando vuelva del viaje —respondió amable.
La chica asintió y se marchó a sus actividades escolares.
La crueldad de sus padres no tenía límites, eran padres desalmados que no tenían ni una pizca de amor por sus propios hijos. Kang, su amigo del alma le contó como sus hermanos fueron desapareciendo de uno en uno, incluso los menores que aún no se presentaban. Jin ya presentía que la mujer que se dijo su madre dio a luz a puros omegas, supuso ella también lo notó.
Desgraciadamente no había que hacer, sus padres habían huido con el dinero, no dejaron rastro por lo que la policía no ayudo, era un omega sin dinero, sin contactos y a pesar de que no se rindió, la justicia se olvidó de ellos, los abandonó como sus padres.
Con todo el dolor de su desconsolado y mallugado corazón, los dejo ir. Abatido por la suerte concedida maldijo al universo por darles un destino desgraciado a los pequeños hermanos Kim.
Un año más tarde con 19 años el recuerdo de sus hermanos persistía, no los dejo de buscar por su cuenta, aunque no podía hacer mucho, creía que no estarían en el país, por lo que averiguo después, el sujeto vendía a personas que vivían fuera del país. Pedía a la luna que sus hermanos corrieran con la fortuna de ser liberados y regresaran.
La vida seguía y Jin no podía darse el lujo de detenerse. Se encontraba en una linda cafetería.
—Hola. Lamento llegar tarde —se disculpó el alfa —gracias por esperar.
—Solo fueron tres minutos —río risueño.
El alfa le sonrió.
—Eres lindo cuando ríes —dijo un alfa embodado por su lindo rostro.
—Eres lindo cuando lo dices.
No había llegado a tener una segunda cita. Su compañera de departamento le hacía citas a ciegas que rechazaba en su mayoría. El alfa frente a el parecía valer la pena, hasta que le vio el cuello.
—¿Qué te paso? —el alfa se alejó para tener una mejor vista del cuello del omega.
—Estuve marcado —no quería secretos con su futura pareja.
—¿Murió?
—Rompimos el lazo.
—¿Eso si quiera se puede? —el alfa se alejó, se abrocho la camisa rápidamente.
—¿Hay problema con eso?
—¿Por qué te dejaron?
—No podía darle un hijo porque...
—Es suficiente —el alfa lo corto de golpe y se fue de inmediato.
Fue el primer rechazo de muchos. Pocos se iban sin la historia completa y los que la escuchaban sentían lastima y de todas formas se iban. Nadie quería un omega marcado por otro, podría ya no estar enlazado al hombre, sin embargo, la cicatriz que remplazaba la mordida era un firme recordatorio de lo que fue su tormentoso pasado.
No valía la pena enlistar los nombres de cada alfa que lo rechazo, a lo largo de su vida no valía mucho recordar nombres.
Hola guys
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MARCADO POR LA CRUELDAD - [ NAMJIN ]
FanfictionJin no pidió esa vida, nadie pide una vida de humillaciones y crueldad. Vendido por sus padres, Jin queda atado a su verdugo por una marca de por vida. Aun así, Jin ama la vida y no quiere que sus ojos pierdan el brillo. ¿Estará todo perdido para e...