En la boca del lobo

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Notas del autor: amigos, amigas y demás... necesitan saber que las actualizaciones de este fic tardarán más de lo esperado, pues como pusimos en un comunicado general, estamos en un nuevo fandom y estamos poniendo galleta en el.
No dejaremos esta historia, estamos por acabar, así que no se angustien.

Pueden continuar con la lectura de hoy.

—Buenos días. —Naruto había citado a Sasuke en un restaurante para discutir los siguientes pasos del plan. —¿Meditaste lo que hiciste?

—No voy a seguir teniendo esa conversación contigo es absurdo —lo miraba mal— lo correcto sería hablar de todo lo que ocurrirá hoy. Pienso darte información importante y tu sigues reclamandome.

—Si como sea. ¿Dónde se supone que está Mei? Sabe que estoy vivo ¿no? Más no sabe dónde estoy en estos momentos. ¿Crees que le siga atrayendo? —el mesero llegó con un par de cafés y dos platos de hot cakes. —Me tomé la libertad de pedirte el desayuno.

—Esa bruja está desesperada, tú llegarías como caído del cielo. Está en una casa bastante alejada de la ciudad que le permite realizar sus tratos sin levantar sospechas. Te diré como llegar, serás una sorpresa muy agradable en especial porque como dijiste, no sabe dónde te metiste. No deberías preocuparte por eso de atraerle... eres muy atractivo y me consta —le sonrió leve por un segundo antes de retomar su seriedad habitual— te explicaré más o menos como se compone su casa —tomó una servilleta y empezó a dibujar.

—Esa maldita sí que ha hecho una fortuna con lo que construyó  mi papá ¿verdad? —chasqueó la lengua. —¿Aquí también tiene a Konan? —Sasuke asintió— Perfecto, en cuanto salga de con ella, nos haremos cargo de Konan. Por favor, ten listo el auto donde nadie más pueda divisar la movida y la sacas lo más pronto de ahí. ¿Estás seguro de que aún hay gente fiel a mi padre como tú?

—Estoy totalmente seguro. Igual que yo, solo esperan la oportunidad. No será tan fácil sacarla —señalaba en la servilleta— Konan está en estos sótanos. Los guardias cambian turnos cada cierto tiempo pero no es mucho, no le gusta dejarla mucho tiempo sola, la maldita de Mei es muy paranoica con su prisionera. Ahí es donde entras tú. Si la distraes lo suficiente puede que baje la guardia y le pida a la mayoría de sus matones que los dejen solos. Así sólo quedarían unos cuantos incluyendome. Le gusta sentirse segura, por lo que las habitaciones de los guardias están del otro lado del pasillo, relativamente cerca a la suya para llegar rápido en caso de una emergencia, para que la salven si la atacan ya sabes. Aunque no dudo que esconda armas en su habitación también así que yo que tú me cuidaría.

—Maldita paranoica. —Se revolvió el cabello con ambas manos. —¡Agh! Esto será un fastidio, pero estoy harto de ocultarme. ¿En marcha?

—Hagámoslo. —Ambos chocaron puños.

El plan consistía, básicamente, en acercarse lo suficiente a Mei como para lograr matarla con sigilo. Evidentemente ambos sabían que era muy difícil con tan solo una noche, por eso Naruto trataría de ganarse toda su confianza posible para que un día de improviso, al igual que ella lo hizo con su familia, la acabaría y al fin estarían a mano. Además, aunque no le gustara admitirlo, le gustaba la idea pues hizo de su infancia un suplicio por todos sus acosos.

—Haré la llamada. —Sasuke marcaba el celular de Mei. No todos contaban con su celular personal y era una fortuna que él lo tuviera. —Si, hola Mizukage, solo es para informar que va en camino a su finca una agradable sorpresa. Llegará en un Audi negro, por favor que no lo detengan, a usted le conviene. —colgó la llamada— Es una fortuna que le gusten las sorpresas. ¿Estás listo?

—No, pero haremos que esto acabe. Gracias por todo. —se acercó a Sasuke y le dio un beso largo y pasional. —Prométeme que estarás cerca para cuando yo termine la primera parte de esto. 

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2021 ⏰

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