Daisy||Chanho||Banginho

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Si Lee Minho tuviera que encontrar una palabra para describir su vida realmente tendría que pensarlo mucho.
Desde pequeño había tomado un gusto demasiado fuerte por la danza, afortunadamente a pesar de estar en una familia algo arraigada a la antigua le dejaron meterse a clases extras de danza donde pudo cumplir muchos sueños. Tiempo después sus padres supieron que la danza era algo más para Minho que un pasatiempo entonces le dieron la facilidad de elegir la carrera que quisiera, Lee era una bola de emociones cuando escuchó eso pues era prácticamente tener las puertas abiertas a un nuevo mundo de cierta forma.
La familia Lee es una de las familias más importantes de Seúl junto a los Hwang y los Seo, esta familia se dedica a los negocios internaciones y empresas posicionadas en partes inteligentes del país.
Los Lee estaban conformados por dos hermanos; Lee Minho quiera era el mayor, un chico amante de las artes y matemáticas. Minho había sido uno de los mejores a nivel nacional cientos de veces en competencias de danza, fue de hecho cuando sus padres comenzaron a tomar enserio su talento. El segundo hermano, Lee Jeno era el menor de los Lee, quien se encontraba en Secundaria y era ya reconocido por ser bueno en Química.
Había una cosa que Minho aún no entendía, cuando entró a la Secundaria miles de chicos y chicas llegaban a declararse y el solamente podía decir que no estaba interesado porque se enfocaba en sus estudios.
                   ¡Qué mentira!
Desde que Minho tiene memoria ha deseado tener un príncipe azul, no lo juzguen, es demasiado fantasioso a veces.
Tal vez fue por las miles de películas que vió con su madre o las cientos de parejas en redes sociales que hicieron que sus expectativas se fueran más allá del cielo.
Estaba seguro que la persona correcta no era ninguna de esas cientos de declaraciones que recibía, estaba seguro que debía esperar un poco más.
Fue cuando comenzaron a tratar de intimidarlo llamándolo miles de cosas, desde que era un santo hasta que era una persona con una vida sexual activa.
Ambas cosas eran mentira, Minho disfrutaba abiertamente su sexualidad y a pesar de no tener muchas parejas era abierto a que no tenía nada de malo explorar su cuerpo.
Era gay, lo supo desde pequeño y sus padres también. Nunca tuvo problema por ello, al menos no en casa.
La secundaria había sido un poco difícil los dos primeros años pero el tercer año realmente las cosas mejoraron.
Supo que era apodado Daisy cuando escuchó a chicos sentados tras él murmurar: "Daisy es lindo." "Lee Minho tiene muchos pretendientes!" "No hay mejor nombre para Lee Minho que Daisy."
Entonces supo que nada sería igual, sus redes sociales se llenaron de comentarios diciéndole Daisy, entonces supo vivir con ello.
Realmente no le molestaba, era lindo ser llamado Daisy. Entonces pasó la Preparatoria y ahora estaba entrando a la Universidad.
Llegó a la Universidad de Seúl y parecía que todos sabían cosas de su vida. Era llamado Daisy para cualquier cosa, por un momento los profesores comenzaron a creer que realmente se llamaba así.

Minho estaba seguro que su vida era algo agitada pero de igual forma vivía bien. Tenía tres amigos que siempre estaban con el apoyando sus ocurrencias; Yang JeonIn quien era un lindo chico amante de la Literatura; Seo Changbin quien además de ser amigo de la familia era realmente un buen mejor amigo; después estaba Han Jisung quien fue su crush por un largo tiempo, sin embargo, decidieron que las cosas no llegarían tan lejos y pudieron separarse lo suficientemente a tiempo para continuar su amistad. Han compartía su gusto por la danza así que había entrado a su misma facultad, desde entonces trataban de tener una linda amistad pero guardarse un poco de su vida para después platicar con Yang y Seo.

Y ahí se encontraba Lee, sentado en su aula de Literatura Clásica cuando sonó la campana.
Guardó sus cosas en un buen tiempo para después salir corriendo hasta su próxima clase.
Díganle loco pero amaba estar ocupado, estaba en tres clubs de la Universidad extras a su carrera.
Sus noches las pasaba con sus amigos, eran amantes de noches de películas después de hacer sus tareas o proyectos.
Lo malo de tener tres clubs era que sus clases quedaban pegadas y tenía que salir corriendo de un lugar a otro.
Y entonces siempre terminaba en situaciones como estas.
Cuando por fin llegó a los lockers de su club, iba a guardar sus cosas cuando sintió un impacto sobre su hombro derecho haciendo que cayera al piso y sus cosas se esparcieran por el mismo.
Levantó la mirada para pelear con el despistado o despistada que había chocado con el pero ni siquiera le veía a los ojos. El chico levantó sus cosas y después las suyas para después soltar un ligero "lo siento" y salir corriendo de nuevo. Minho observó con dedicación como los cabellos dorados el chico saltaban.
Quizá Minho no pudo verlo directamente a la cara pero había visto sus ojos. Eran unos ojos claros que parecían brillar en contraste con el día nublado que era.

Cuando sintió una mano en su hombro volteó, era Seo pasando por ahí y seguramente había visto todo.

Fue entonces cuando Minho se dió cuenta que su corazón estaba latiendo desaforado, ese chico torpe había hecho que sus mejillas se sonrojaran.

——Amigo, ¿qué carajos? Parece que tienes fiebre.——Bromeó Changbin pegándole en el hombro nuevamente.

——Creo que me enamoré, Bin.——Su voz salió tan segura que Seo dejó caer sus libros.

Daisy estaba enamorado.