🌷 I 🌷

3.1K 332 30
                                    

Un joven de cabellos rubios alborotados corría mientras respiraba con dificultad.
Debía llegar a tiempo para poder conseguir un cupo en la clase del profesor Kim, las demás clases le daban igual, podría inscribirse con cualquier profesor o profesora y le iría bien, pero sabia que no llegaría vivo si lo tocaba estar en el grupo de la señorita Manoban. Estar en clase con ella era como cavar tu propia tumba.

Había organizado su horario de sueño desde hace una semana, durmiéndose temprano para poder despertar a tiempo el día de las inscripciones.

Sin embargo, nada podía ser perfecto.

Esa mañana, despertó algo desorientado cuando escucho a su madre hacer rugir la licuadora, seguramente estaba preparando alguno de sus batidos raros.

Sonrió al notar que su alarma no había sonado aún.

Salió de la cama con pasos perezosos, se dirigió al baño en donde se dispuso a ver cosas en su celular, hasta que noto un pequeño detalle, eran las 7:30am y las inscripciones habían comenzado hace una hora y media.

Movio sus dedos con rapidez en la pantalla del aparato, yendo directamente a la aplicación en la que programaba las alarmas.

La alarma sonara dentro de 5 horas y 30 minutos.

-Mierda...- se coloco su ropa lo mas rápido que pudo y salió de casa antes de que su mamá le dijera algo por no tomarse aquel extraño jugo rojo como desayuno.

Odiaba que las inscripciones para los cursos de su universidad tuvieran que ser de manera presencial.

Así que ahora corría lo mas rápido que podía, esperando que sus pies ni sus zapatillas le fallaran, no había atado sus cordones.

Unos metros más adelante estaba un chico en bicicleta, pedaleando con todas sus fuerzas y su torso inclinado hacia adelante para darse impulso.

También iba tarde a la elección de cursos, culpaba de todo a su madre que le había hecho rezarle a mil y un santos y ancestros para "tener suerte".

Cuando el rubio diviso los pequeños tubos que parecían sobresalir de las llantas traseras, tuvo una idea.

-¡OYE! ¡ESPERA UN POCO POR FA- un ruido sordo se escuchó, seguido de un chillido irritante. Se había caído. Torpes pies. 

El chico de la bicicleta giro la cabeza, para ver de donde o de quien había salido ese ruido extraño, mordiéndose la lengua para no soltar la carcajada que le causo el ver a un chico tirado en la acera, luego de unos segundos el nudo en su garganta provocado por la carcajada ahogada se volvió uno de preocupación, quería seguir su camino pero viendo que aquel pequeño torpe no se movía, no tuvo de otra que dar vuelta para comprobar su estado.

-Hey, ¿estas vivo?- un extraño sonido fue lo que recibió como respuesta -Ven aquí, levántate- extendió su mano, viendo con atención como esos ojos brillantes y mejillas de cereza relucían al momento en que el rubio levantó la cabeza. Lindo

-Muchas gracias- tomó la mano que estaba frente a sus ojos, sintiendo una especie de corriente recorrer su columna vertebral, una vez de pie se soltó y comenzó a sacudir su pantalón.

-¿Es tu bicicleta?- En otra situación se hubiera sonrojado a mas no poder por el momento bochornoso, pero ahora tenia otro plan, y su idea inicial para lograrlo había cambiado.

-Mira, no tengo mucho tiempo para...¡¿QUÉ CARAJOS CREES QUE HACES?!-

-¡MUCHAS GRACIAS, CHICO EXTRAÑO! ¡TE LA TRAERE AQUI MISMO EN LA TARDE, LO PROMETO!-

-Pero- no pudo hacer nada al ver a aquel chico rubio montarse en su bicicleta y pedalear como alma que lleva el diablo.

-Me lleva la... ¡TAXI!- levanto la mano al ver un auto acercarse.

Paper Tulips [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora