FRAGRANT NIGHT SKY (Kirito x Alice)

15 - Mar brumoso IV

La arena ahora vitrificada reflejaba la luz del sol.

Las llamas aún bailaban, consumiendo rápidamente los cuerpos carbonizados de los demi-humanos que atacaban sin parar.

Amayori respiraba con dificultad, varias quemaduras se extendían por su cuerpo escamoso.

Los seres del Dark Territory solo podían pasar por el camino de mármore blanca que conectaba el desierto con la cordillera.

Desafortunadamente para ellos, eso significaba que no tenían forma de escapar o bloquear las llamas azules del dragón.

Pero Amayori también estaba llegando al límite. Los dragones acumulan elementos térmicos en sus estómagos, expulsándolos en forma de columnas llameantes cuando lo necesitan.

En el momento en que los elementos desaparecen, el cuerpo és utilizado como una esfera de recursos que servirá como combustible para la producción de fuego. Lo que provocará una disminución de la própria vida.

Las quemaduras del dragón de la Integrety Knight Alice eran prueba de eso. Pero afortunadamente para el dragon hembra, los enemigos comenzaron a aparecer en números decrecientes.

-¡Finalmente dejó de respirar fuego! Mátenlo ahora !! - Gritó uno de los gigantes.

Los goblins rodearon el dragón por la derecha, mientras que los Orcos lo rodearon por la izquierda.

El dragón plateado agitó las alas de murciélago, creando una pared de viento que chocó contra el suelo.

Los demi-humanos se detuvieron abruptamente, apartando la cara y tapándose los ojos. En un intento por protegerlos de la tormenta de arena provocada por el fuerte batir de las alas del dragón.

Amayori levantó su cuerpo, sus párpados gruesos y la córnea protegiendo sus ojos de reptil de la arena seca que se arremolinaba a su alrededor. Aún así, su visión era muy limitada, pero sus otros sentidos e instintos de batalla funcionaban perfectamente. Dándole una ventaja contra sus enemigos.

Azotando su cola, aplastó a tres goblins que se acercaban por detrás.

Girando el cuerpo, sus garras partieron dos Orcos por la mitad. Un rocío rojo se esparció por el aire, mezclándose con los pequeños granos de arena.

Sin detener la serie de movimientos, movimentó la cabeza hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Las afiladas mandíbulas dejaron una pila de cuerpos destrozados amontonados en el suelo, siendo rapidamente cubiertos por la arena en constante movimento.

-¡¡Acabaré contigo lagartija !!

Amayori saltó hacia la derecha, evitando por poco un ataque fatal que descendió sobre ella.

Por el rabillo del ojo, ella puede ver un martillo negro aplastando la arena caliente del desierto. Su portador era un humanoide de cinco metros de altura.

El gigante sonrió y volvió a arremeter contra el dragón.

Amayori volvió a batir sus alas. Una nueva cantidad de arena explotó del suelo, siendo impulsada contra el gigante.

-URGG !! - gruñó el gigante, sintiendo sus ojos ardiendo por los innumerables granos de arena.

Amayori movió su cola, golpeando las piernas del gigante.

Él cayó hacia atrás, con los ojos aún cerrados por el intenso dolor.

El gigante comenzó a mover sus brazos frenéticamente, tratando de levantarse y encontrar su martillo que se había caído. Pero antes de que pudiera, las garras del dragón se hundieron en su cuello.