El Arqueólogo de Hogwarts

15. Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas

　　　Slughorn accedió de inmediato a la petición de Toby. No dijo cuándo prepararía el elixir, pero al final le dijo a Toby misteriosamente: Si tiene la suerte, recibirá un regalo de Navidad inesperado.

　　Para expresar su gratitud, Toby también dijo antes de irse que agradecería especialmente a Slughorn por su ayuda en los libros futuros.

　　Slughorn se sintió extremadamente útil para esto. Había escuchado completamente la experiencia de Toby en el lago Ness, y sabía muy bien que el nuevo libro de Toby definitivamente se vendería mejor que "Ancient Magic", y tal vez podría convertirse en Hogwarts. Nuevo libro de texto.

　　Cuando su nombre aparece en el libro de texto, puede compensar más o menos la jubilación anticipada de Slughorn. Al menos muchos estudiantes sabrán que hay un ex profesor.

　　Toby no regresó directamente a Hogwarts, tomó un puñado de polvo Flu, tomó prestada la chimenea en la casa de Slughorn y desapareció entre las llamas verdes.

　　Londres central.

　　Toby salió del auto, ahora usa un muggle como una delgada camisa hawaiana, como un empleado de la compañía que acaba de regresar de vacaciones.

　　Como arqueólogo que necesita correr, integrarse rápidamente en el mundo muggle es una habilidad necesaria.

　　Al estaba colgado de su cuerpo y era considerado como una especie de mochila especial para mascotas por personas desconocidas, lo confirmaron aún más cuando Toby sacó monedas del bolsillo del vientre para olfatear.

　　Solo Al agarró su pata con fuerza, y miró fijamente la moneda que desaparecía, y el pellizcado Toby duele.

　　Toby llegó a una calle ancha bordeada de varias tiendas. Caminó hasta una antigua tienda departamental de ladrillos rojos llamada Taotao Co., Ltd. Se veía deteriorada y desierta. Solo había unos pocos maniquíes rotos en la ventana. Llevaban pelucas torcidas con diferentes posturas. Se usaban al menos diez Hace años. ropa. En las puertas polvorientas hay carteles que dicen "Cerrado por renovación".

　　"Vine a visitar a mi amigo."

　　Toby le susurró al muñeco.

　　El muñeco cobró vida, asintió levemente y movió los dedos que estaban conectados entre sí.

　　Toby atravesó el cristal y desapareció en la calle, pero nadie se dio cuenta de que faltaba un gran ser vivo.

　　Llegó a una sala de espera abarrotada. Filas de brujas y magos sentados en sillas de madera destartaladas. Algunos parecían normales, leían el anticuado "Witcher Weekly", y otros tenían terribles deformidades, como largas. Nació una mano extra en el tronco o el pecho. del elefante.

　　Los pacientes aquí son muy extraños. Una bruja sudorosa en el medio de la primera fila golpeó una copia del "El Profeta", silbando constantemente y escupiendo vapor. Un mago descuidado en la esquina sonó como una campana, y su cabeza se sacudía horriblemente cada vez que golpeaba, y tuvo que agarrarse las orejas para estabilizarla.

　　"¡Eh, tú!"

　　Un terapeuta con una túnica verde se acercó de repente y le bordó una insignia en el pecho: una cruz de varita mágica y huesos.

　　El terapeuta señaló el hombro de Toby y dijo: "¿Cómo puedes llevar un Sniffler al Hospital de Lesiones Mágicas de San Mungo? Hay pacientes por todas partes".

　　"Esto es un malentendido", dijo Toby con calma: "Esto no es un escarbato, sino un adorno. Me hace especial y es muy popular cuando salgo con una chica".