El Arqueólogo de Hogwarts

67. Quirrell y el miedo

　"Monstruo ... ¡No me muerdas, mantente alejado de mí, lárgate!"

　　Quirrell despertó repentinamente de su sueño, como si el rostro de un terrible vampiro aún permaneciera ante sus ojos.

　　"Afortunadamente es solo un sueño ..."

　　Se levantó, se sentó y se puso la bufanda después de lavarse, incluso él mismo no se dio cuenta cuando tenía ese hábito.

　　Los pensamientos de Quirrell en este momento estaban todos puestos en los monstruos gigantes en el bosque; ya había decidido derrotar a los monstruos gigantes frente a los estudiantes, de modo que seguramente obtendría más reconocimiento y atención.

　　Fuera del castillo hubo un día lluvioso después de fuertes nevadas, y el aire se volvió húmedo.

　　Mientras bajaba las escaleras, Quirrell se encontró con miembros del equipo de Quidditch de Gryffindor que se apresuraban a entrenar. Harry Potter entre ellos le sonrió de manera alentadora, lo que realmente hizo que Quirrell se sintiera halagado. El deseo de cazar monstruos gigantes también es más fuerte.

　　Cuando los dos se separaron, Harry miró con recelo la espalda del profesor Quirrell: "¿Por qué la reacción del profesor es tan grande?"

　　Esto le recordó a Harry la escena en la que conoció a Quirrell en el bar Broken Cauldron.

　　Fred y George obligaron a Harry a alejarse de izquierda a derecha.

　　"¿No ha sido siempre el mismo?"

　　"No pienses en ser vago, no tenemos un Buscador sustituto".

　　"Si te encuentras desaparecido, Wood te matará".

　　"Vacía tus intestinos de nuevo".

　　El Capitán Wood volvió la cabeza y miró a los hermanos Weasley con severidad.

　　"¡Sé que podemos ganar!", Empezó a hablar una y otra vez: "¡La premisa es apurarse y entrenar!"

　　Los jugadores eran conscientes de la determinación de Wood, pero todos se lamentaron.

　　Por el otro lado, Quirrell había entrado en el bosque prohibido y la tierra se volvió fangosa, lo que dificultaba el avance, solo podía caminar profundo y poco profundo.

　　Mientras caminaba por un bosque de agujas, escuchó un fuerte ruido: un jinete con cabello negro y cuerpo negro salió corriendo de repente, con un arco y una flecha en la mano apuntando a Quirrell con destreza, listo para partir.

　　"Oh--"

　　Quill estaba tan asustado que dio unos pasos rápidamente, levantó su varita nerviosamente y escuchó al jinete del lado opuesto preguntar: "¿Profesor Quill?"

　　"Sí, soy yo", tartamudeó Quirrell, "Recuerdo que pareces ... sí ..."

　　"Bain." El jinete se presentó, finalmente dispuesto a dejar el arco y la flecha en su mano, y Quirrell también lentamente guardó la varita.

　　Parece ser un malentendido.

　　Antes de entrar al Bosque Prohibido para capturar a los trolls, Quirrell se había visto antes.

　　"¿Qué pasa contigo-tú-?", Preguntó Quirrell con curiosidad.

　　Baine se fue sin responder. Quirrell no se sorprendió en absoluto. Los jinetes del Bosque Prohibido eran misteriosos y se negaban a revelar nada al mago.

　　Si es mejor por la noche, el jinete mirará el cielo nocturno y dirá que cierta estrella es brillante o tenue. Pero aparte de eso, no diría nada más.