Día 11; Dulce Y Apasionado | YugJae

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Kim YuGyeom + Choi YoungJae
YuGyeom Top — YoungJae Bottom

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Corrían tomados de la mano mientras la luna era la única que iluminaba su camino.

El bello panorama de la extensa pradera verde que parecía brillar bajo la luz de aquel satélite natural. El sonido del riachuelo golpetear con las rocas, y alguno que otro grillo hacían que aquella escapada fuera única y especial.

En algún momento de su corrida, el ángel negro tomó de la cintura al chico de cabellos dorados alzandolo en el aire y riendo cuando esté exclamó sorprendido y divertido dejándose cargar por el de hebras negras cuál pedazo de carbón y dar vueltas por el aire.

Lo que no esperaba es que una roca se interpusiera en su camino y ambos ángeles cayeron de bruces al suelo rodando en el húmedo y fresco césped quedando el de cabellera rubia encima del ángel negro.

Ambos después de recuperarse del golpe inicial rompieron en risas viéndose a los ojos por unos eternos segundos que parecieron horas dejando que los sonidos de la naturaleza formarán aquella cómoda y tranquila atmósfera que ambos tanto necesitaban.

El ángel negro pasó sus dos fuertes brazos aún manteniendo su enorme sonrisa plasmada en su labios, por la fina cintura del otro ángel atrayendo aún más cerca sus cuerpos y dejando que sus respiraciones se fundieron en una sola melodía.

Sin querer sus usuales fríos dedos tocaron la piel desnuda de la cintura del ángel causando que una corriente eléctrica invadiera al rubio desde su cabeza hasta la punta de sus pies solo sonriendo de oreja a oreja feliz de aquella reacción que tenía su cuerpo al toque del pelinegro.

Ángeles.

Blancos y negros.

— Hey — dijo el de hebras negras acercando su rostro al contrario.

Su tacto quema.

— Hey — repitió con una sonrisa brillante en sus labios y YuGyeom en ese momento pudo decir que aquella sonrisa era igual o más brillante que la misma luna llena que los acompañaba.

Los angeles negros y blancos se odian a muerte.

Sus labios se juntaron sin esperar a que otra palabra abandonara sus belfos.

Un dulce y apasionado beso igual que su dispareja y bella relación.

No debes pasar la barrera.

Labios moviéndose en sintonía, saliva siendo intercambiada, y lenguas jugando entre ellas mientras aún seguía tendidos en el fresco césped verde.

Nunca y escucha bien. Nunca dejes que un ángel negro te toque, ¿Sí?. O una quemadura adornara tu piel de por vida.

Sus manos subieron por su cintura, delineandola y haciendo figuras imaginarias en aquella piel tersa y bronceada. Recorriendo tanto terreno peligroso como podía, subiendo sus manos aún más arriba llegando hasta el plano vientre del de hebras rubias.

¿Entendiste YoungJae?

Pero su toque nunca lo quemó...

Y eso había sido un alivio y señal para ambos para descubrir que su relación no era solo una mera coincidencia o algo pasajero.

Era real.

— Ahora — dijo una vez sus labios se separaron de aquella perfecta danza. — ¿crees en el destino? — cuestionó separando su mano del pasto que soportaba parte parcial de su cuerpo tocando la mejilla del futuro gobernador de los angeles negros.

👣 ¹ 30 days of smut challenge ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora