Capítulo 2

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Diclaimer: Los personajes NO me pertenecen. Los utilizo para crear historias sin fines de lucro, con el único objetivo de entretener al lector.

Este es mi primer Fanfics. ¡Espero sea de su agrado!

Pareja: Levi Ackerman/Hinata Hyūga/ Sasuke Uchiha

Mundo: Attack on Titan (Shingeki no Kyojin)/Naruto.

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Escucho murmullos lejanos, pero solo logro reconocer una voz ante todos ellos.

¿Dónde estoy?

Lo ultimo que recuerdo es caer y luego...

Aspiro aire fuerte y en automático me levanto asustada abriendo mis ojos llevándome una de mis manos hacia el pecho, siento mis latidos erráticos.

—Fue un sueño...—susurro para lograr calmarme.

—No, no lo fue.

Me sobresalto al escuchar esa voz y giro lentamente hacia a ella, veo la silueta de un chico en medio de la oscuridad cerca de la ventana.

—¿Qué...

El miedo se cala en mí de una forma avasallante.

¿Qué ha pasado con Kiba-kun y Shino-kun? Solo recuerdo los aullidos de Akamaru y después...

Esos raros enemigos que nunca había visto, solo sé que al estar frente a ellos actúe por instinto y con determinación, no tenían ninguna fuente de chakra, solo eran bolas de carne y órganos, pero fuertes y terroríficos.

—¿De donde eres? ¿Quiero que me digas exactamente quién eres y que hacías fuera de los muros? —Su voz fría y distante me sobresalta, mi corazón sufre un vuelco al escucharlo porque es parecida a la de él.

—Soy ninja de Konoha, mi nombre es Hinata Hyūga. —respondo con la verdad, de nada me vale mentir o entrar en pánico, debo controlar mis emociones.

«Hyūga...Un ninja debe ser frio para que sus decisiones también lo sean»

Su voz hace eco en mi mente y sé que esto es la única forma de salir de esta absurda situación en la que me hallo.

—¿Qué quieres decir con eso? —Salgo de mis pensamientos cuando veo al chico sentándose en la silla que esta al lado de la cama, esta vez puedo detallarlo con la luz que proviene de las velas que están cerca de nosotros, su tez es clara, su cabello negro con esos ojos fríos sin emoción alguna le da un aire de peligrosidad que conozco muy bien.

—Quiero decir... —Respiro profundo para no titubear, ya no soy la misma Hinata de dieciséis años, ahora soy una mujer de 19 años, por lo tanto, debo tener la calma para que esto que está sucediendo pueda encontrar alguna solución —. Que no soy de este mundo, soy del mundo ninja, estaba de misión con mi equipo y encontramos una cueva que tenía un tipo de técnicas ilusorias, ya que estaba protegido para que nadie pudiera entrar sin ser afectado, pero como ves pude ser afectada ya que al parecer soy la única que está en este mundo.

Fijo mis ojos en los suyos y puedo detallar los grises e intensos que son a pesar de ser tan fríos y distante, es como si nada le importará, pero sé que no es así, tiene un brillo peculiar en sus iris, y puede ser que este asimilando la información que le acabo de brindar.

El silencio nos arropa en esta habitación.

No pronuncio palabra alguna y solo puedo pensar que a pesar de que no estoy en mi mundo me siento tranquila y un poco segura, no sé si es por que al ver que su uniforme me hace pensar que es un soldado o un policía o el hecho de que no me ha atacado desde que me desperté.

Sea lo que sea necesito saber en que lugar me hallo y que tengo que hacer para volver.

«Cuando vuelvas de misión... Quiero decirte algo... —Su voz fría hace que mi cuerpo se erice y la sensación de vértigo llena todo mi cuerpo al sentirlo tan cerca de mí—. Hinata —susurra esto último en mi oído y se aleja de mí de forma pausada regalándome una sonrisa ladina».

Él y mi equipo son los únicos que esperan por mi regreso.

—Es una locura... —Me sobresalto al escucharlo, estaba tan metida en mis recuerdos—. Creo que aquí no hay nada ni parecido a lo que me contaste, este mundo esta lleno de caos y muerte día tras día por parte de los titanes, aquellos a los cuales mataste sin pensar, vivimos encerrados entre muros y estar en el aire libre es muerte segura.

—Yo... —Lo observo tan indiferente a lo que me está informando, sin embargo, el tono en el que lo dice hace que mi cuerpo se estremezca. ¿Vivir entre muros? ¿realmente se puede vivir así? —. Lo s-siento.

Agacho mi cabeza con un sentimiento de dolor e incertidumbre que no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas.

¿En que parte del mundo no hay sufrimiento?

El hecho de ser de Konoha y ser portadora de uno de los Dōjutsu fuertes de la aldea hace que viva de alguna forma encerrada, sin posibilidad de salir de esta sin ser considera una traidora o que me coloquen un sello para proteger lo más valioso que según mi padre tengo.

¡Que ironía!

Yo también vivo encerrada entre muros de personas que solo buscan poder entre todas las naciones.

—Hinata. — La mención de mi nombre en un susurro me devuelve a este tiempo, a este mundo, la visión la tengo nublada, sin embargo, puedo verlo tan detalladamente que me sorprendo al instante al ver lo cerca que esta de mí, de inmediato siento mi rostro enrojecer por la cercanía —. Tranquila, no llores, no hay porque hacerlo, solo... —Siento que quiere decir algo más, pero traga saliva y se aleja de mí al segundo—. Descansa. Mañana tendremos una reunión con mi comandante y él decidirá que hacer contigo.

Sin decir nada más sale de la habitación cerrando la puerta detrás de é y el silencio junto a mis sollozos es lo único que me cobija.

Pensar que desde que salí de Konoha no dejaba de especular sobre él y en sus palabras tan directas. Él la única persona que me enseñó a que de mis debilidades podía sacar mis fortalezas.

«No hay mayor dolor que el causado por la soledad, Hyūga...»

Desde ese momento Sasuke Uchiha fue mi amigo, confidente y mi sensei.

Ahora me hallo a distancias dimensionales de él y de su compañía.

«Cuando vuelvas de misión... Quiero decirte algo... —Su voz fría hace que mi cuerpo se erice y la sensación de vértigo llena todo mi cuerpo al sentirlo tan cerca de mí—. Hinata —susurra esto último en mi oído y se aleja de mí de forma pausada regalándome una sonrisa ladina.

—Volveré, Sasuke-kun —exclamo y él solo asiente desapareciendo entre el humo».

Pero ya no sé... Si realmente volveré.

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