Luego de aquel día ChanYeol no hizo más que sentirse abatido ante la presencia de BaekHyun, quien comió con una sonrisa aquella tarde mientras lo miraba de frente y el otro pareció realmente encantado con que cenase junto a sus empleadas. De igual forma, a él no le molestó, después de todo, las trabajadoras del hogar eran para él lo más cercano que tenía de una familia y no porque la suya propia no le generase tal cobijo, sino porque sus progenitores generalmente nunca estaban en el hogar. Pudieron dejar su manada de bestias, pero no dejaron de ser unas, así que la mayor parte del tiempo se la pasaban haciendo sufrir a los demás con alucinaciones o viajando a través del mundo como si la tapadera de la pareja empresarial realmente fuese real.
¿Cuándo podremos juntarnos para seguir con el trabajo?, leyó desde su teléfono. Como era de esperarse, Byun BaekHyun era el único que le mandaba mensajes y ChanYeol sabía que si no fuese por el trabajo que debían hacer juntos realmente no se contactaría con él. Eso era lo que intentaba repetirse cada vez que se encontraba a su compañero por los pasillos de la universidad y este lo saludaba como si no hubiese visto su rostro trizado hace unos días atrás, o puede que quizás al chico poco le importase.
¿Qué tal a las siete? Termino con sociología a esa hora, comentó con cierta ansiedad y ni siquiera supo bien por qué.
Claro. A esa hora nos encontramos frente a tu moto. 😉
ChanYeol se sintió estúpido cuando se dio cuenta que tuvo ganas de reír al leer aquel mensaje y acabó dando una ligera negación de cabeza para sí mismo antes de adentrarse a su última clase del día.
Increíblemente, cuando salió de sociología no se sintió tan cansado como usualmente le sucedía. En vez de eso tuvo una tremenda sonrisa mientras se dirigía hacia el estacionamiento de la universidad, donde pudo reconocer de inmediato a BaekHyun sentado en la banca más cercana a su moto, con las piernas y los brazos cruzados mientras tenía la cabeza ligeramente ladeada. Estaba solo en el sitio y los vehículos que quedaban eran pocos, de seguro porque ya era algo tarde y muchos terminaban con la jornada diurna.
Como estaba oscuro se acercó hasta el cuerpo del chico con lentitud, temeroso de asustarlo con su porte y aspecto sombrío, pero una vez que llegó delante de su compañero se dio cuenta de que este dormía sobre la banca con el cuerpo entrecruzado para mantenerse en calor y con una postura extraña, de seguro porque intentó mantener el equilibrio para dormir sentado con la ayuda de nada más que el respaldo de cemento.
ChanYeol se acercó con un poco de miedo hasta que llegó delante del castaño y se acuchilló frente a sus rodillas, percibiendo de lleno el rostro de BaekHyun que se tornó ligeramente amarillento por la farola del estacionamiento. Teniéndolo así, mirándolo desde abajo como el chico lo observó desde que lo conoció, lo hizo sentirse extraño y su pecho vibró en una sensación inusual que lo llevó a jadear ligeramente, porque se sintió muy... humano.
El cuerpo frente a él se movió ligeramente, acomodándose luego de un estremecimiento, y ChanYeol se sacó su propia chaqueta para ponerla sobre los hombros de BaekHyun. Le importó poco si el chico al final no estaba contento con ello, pero nuevamente sintió que debía comportarse agradecido o algo así, ni puta idea. No lograba describir lo que le hacía sentir BaekHyun y probablemente no se hubiese detenido mucho en ello si no fuese por que su cuerpo se movió por sí solo y de repente se encontró con su propia mano bañada en cicatrices y tatuajes interponiéndose contra la pulcra piel de la mejilla de BaekHyun. Lo acarició, le tocó la mejilla como si tuviese algún derecho, como si no hubiese un contraste brutal entre el humano y la bestia que él era.
—ChanYeol... —Se quedó completamente estático al escuchar la voz ligeramente ronca y nuevamente un estremecimiento recorrió su cuerpo.
Alejó de inmediato la extremidad y se puso de pie para darse la vuelta hacia su moto, donde se dirigió como si BaekHyun no existiese, como si no lo hubiese acariciado hace unos minutos atrás. Deseó ocultarse, especialmente porque terminó sacándose el cubrebocas de camino ahí en vista de que no había nadie y no se sintió precisamente cómodo al mostrarse al descubierto aún cuando sabía que el chico ya le vio su extraña perforación y la cicatriz brutal que cruzaba una de sus mejillas.
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Bestial • || ChanBaek ||
Fiksi Penggemar|•| A pesar de que fuese una montaña de cicatrices, tatuajes e incrustaciones de plata, tenía un deseo genuino por salir del "negocio familiar". Anhelaba desprenderse de los monstruos bestiales para vivir una vida como cualquier joven de su edad y...