~vegetta tiene 9 años y está enamorado de rubius~
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Vegetta y Rubius jugaban videojuegos, al mismo tiempo que se brindaban algunos empujónes, tratando de ganarle al contrario.
-- ¡Basta, par de mocosos! -- grito Guillermo --vengan a comer.
Pusieron pausa al juego y se levantaron, yendo directo a la cocina. Los doblas agradecían su padre no estuviera en casa en se momento, pues de haber sido así, habría insultado tanto a Vegetta como a Cristina.
La rubia les sirvio a los menores y les puso el plato frente a ellos, para luego, sentarse junto a Willy.
-- ¿Cómo te fue en la escuela hoy, Rubí? --cuestiono sonriendo.
"¿Rubí?", Pensó el pelinegro, mirándole
El mencionado sintió como sus mejillas le ardían. Vegetta jamás se había enterado que al castaño lo llamaba de esa manera.
--ah... Eh...--miro a otro lado, notablemente apenado. -- M-me fue bien, Cristina.
--me alegro. --afirmo y mito al menor. -- ¿Que tal a ti, Samuel? --le sonrió.
Vegetta la mira confundido y tardo unos segundos en asimilar que se refería a el. Negó varias veces, realmente no estaba acostumbrado de que lo llamarán por su nombre normal.
--M-me fue bien
Después de eso, Willy estuvo hablando de videojuegos, lo que provocó que Samu estuviera sumamente atentó a sus palabras.
--bueno... --se estiró un poco y miro su reloj. --en una hora iré a dejar a Sam. --afirmo. --asi que les aconsejo que hagan la tarea.
El pelinegro asintió un par de veces y se levanta de su lugar. Rubén, al contrario, bufo e hizo la cabeza hacia atrás, suspirando.
--¡Que pereza! --afirmo
--oh vamos, rubí. --dijo Cristina tomando todos los platos. -- es algo que tienes que hacer
--anda, Rubius. -- murmuró Sam, tomándolo del brazo. --vamos
El mencionado lo miró con Pereza y asintió. El pequeño deluque, Hizo su esfuerzo para que el castáño se animará a tomar su Mochila.
--estaremos en mi cuarto... --afirmo Rubén.
-- ¡Claro! --respondio Guillermo y los miro hasta que entraron a la habitación de su hermano menor. Se volvió a ver a Cristina soltando una risita. --ruben es un completo idiota
--No le digas así , Guillermo
--Es que me sorprende que no se de cuenta que Samuel suerte algo por el.
--ruben no ha recibido mucho "amor" Contigo y tu padre. --afirmo ella.--No tiene una Clara idea de que es el efecto, así que no lo culpes.
--Bueno, yo le di Esperanza a Samuel.
-- ¿¡Que hiciste que!?
--le dije que Rubén lo quería. --alzo los hombros, restándole importancia. --Y a juzgar por la reacción que tuvo que piensa que Rubén siente lo mismo.
-- ¡Guillermo! --se quejo. -- ¿Qué pasaría si Rubén no siente lo mismo?
--Oh créeme, lo siente.
-- ¿Cómo estás tan seguro?
--an ofendido a Samuel en varías ocasiones y el siempre lo defiende. --cristina abrió la boca dispuesta a decir algo, pero Willy la interrupio. --Rubén no defiende nadie. --afirmo. -- AH NADIE, por más importante que sea. Samuel es especial para el.
Cristina asintió un par de veces, pensándo en una posibilidad de que Rubén realmente este enamorado de él pequeño vegettita.
-- ¿Que pasaría si tú papá se enterará?
Willy suspiro con pesar y bajo la mirada cruzandose de brazos.
--Eso es lo que temo, Cristina.
-- ¿A que te refieres?
--Podre actuar como un hijo de puta con Rubén, pero... --hizo una mueca. -- realmente lo quie... --puso sus manos sobre su estómago, ejerciendo presión. --voy a vomitar...
-- ¡No seas así, Guillermo! --dijo riendo. -- ¡Admite que si quieres a tu hermano!
--Si... -suspiro. -- y se que papá no tolerara que Rubén este con Samuel. Créeme, lo eh visto insultar a homosexuales de la peor manera que te puedas imaginar, por eso tengo miedo.
La rubia hizo una mueca y miro a su novio. El albino solo limito a suspirar con pesar y rascarse la nuca.
Mientras tanto, en el cuarto del castaño, yacía un pelinegro cubriendose la cara para No ser lastimado por el búho de Rubén
-- ¡No, no, fargan! --lo alejo del menor y lo encerró en una pequeña jaula al lado de su cama. --¡Lo siento mucho, samu!
--Tranquilo, está bien... No te molestes con él. --señalo al búho. --Mejor comenzamos con la tarea.
Al escuchar eso, Rubén soltó un sonoro suspiro, alzando los brazos. Difinitivamente odiaba tiro lo relacionado con la palabra escuela
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El castaño soltó su lápiz, dando un pequeño grito de victoria. Al final había terminado su tarea, al igual que samuel.
Ambos guardaron sus vidas y se quedaron en silencio por algunos segundos.
--Ruben... --murmuro el menor, jugando con sus dedos. Sus mejillas estaban rojas y mordía levemente su labio una y otra vez, estaba nervioso.
--tu ...--se rasco la nuca y comenzó a balbucear algunas palabras que Rubén no llego a entender. Doblas arqueó una ceja y lo miro ladeando la cabeza. --¿Tu me quieres? --termino al fin.
-- ¿De que estás hablando? Claro que te quiero, sam. --afirmo.
--hum... Bueno...
Ruben cerró su mochila, mientras que Sam lo miraba con nerviosismo. El menor cerró los ojos y se inclinó hacia el castaño.
--Oye samu, ¿No viste mi...? -se voltio a verlo.
Ruben abrió los ojos con sorpresa al sentir como sus Labios se juntaban con los de Samuel, en un pequeño beso inocente.
--Lapiz... -concluyo el mayor, cuándo el pelinegro se separó.
Todo estuvo en silencio después. Doblas no tenía ni la más mínima ideas que decir o que hacer. Ese fue su primer beso.
Por otro lado, el joven deluque le sonreía, mostrándole el espacio de sus dientes faltantes.
Willy abrió la puerta
--Oye, Sam. --lo llamó. --Es momento de ir a dejarte a tu casa, despídete de Rubén.
-- ¡Si! --asintió y tomó su mochila. -- ¡Adiós, rubius!
--adios... -susurro, moviendo su mano en señal de despedida.
