kapittel 10

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Por otro lado, el joven pelinegro iba golpeando sus rodillas al ritmo de la música que trasmitía la radio, mientras que tarareaba la melodía.

Akira, su madre, se volvió a verlo de reojo por una milésima de segundo, para luego volver su Vista al caminó. Presionó con algo de fuerza y soltó un suspiró. Apagó la radio y sonrió.

— ¿Y... Cómo te fue el la escuela, cariño?
—pregunto, con el tono más dulce que pudo.

— ¡Me fue muy bien! —respondió entusiasmado

—Me alegro. —lo miró de nuevo por un segundo. —Y... ¿Qué me cuentas de Rubén?

— ¿Rubén? —ladeó la cabeza, confundido. —pues... Estuvimos casi todo el día juntos, le compartí de mi barra de chocolate. —asienta sonriendo.

—Hujum... —soltó un suspiró. —He visto que han salido tomados de las manos...

—¡Sí! —afirma. —Nos gusta tomarnos de las manos.

—¿Y ese beso que fue?

—He visto que papá te da besos cuando te dice que te quiere.

— ¿Ajá?

— Y yo quiero a Rubén.

—Cariño, pero solo lo hacen las personas que son novios. —trata de explicar.

— ¿En serio? Ya veo...

—Sí...

—Pues Rubén es mi novio.

Akira frenó de golpe, provocando que el menor se balanceara hacía adelante, golpeándose con la parte delantera del coche.

El pelinegro inmediatamente se cubrió la frente (dónde se golpeó) y comenzó a llorar.

Por otro lado, su madre pedía disculpas a los autos que se encontraban detrás de ellos.

— ¡Lo siento, cariño! ¿Estás bien? —le quitó las manos, para ver la magnitud del golpe.

—A-ajá... —susurró, tratando de ya no llorar.

Una vez que todo volvió a estar en orden, Akira tomó el volante y comenzó a conducir.

—sam, déjame...explicarte algo, ¿Si? —el menor asintió. —Lo "normal" sería que... Tú Estuvieras con una chica.

—... Pero a mí me gusta Rubén.

—... —suspiro. —Samuel, no es bueno que te guste un chico.

— ¡Mamá! —se quejo. —pero si tu lo conoces... y sabes que él es bueno.

Akira lo miró y aparcó afuera de su casa.

—cariño...

—Rubén me gusta..

Miró a su hijo. Samuel expresaba una gran tristeza en su mirada y pudo notar que su labio temblaba un poco. Suspiró y se rascó la nuca.

— ¡Bien! Pero no le digas a tu padre, ¿Está bien? 

— ¿Por qué no?

—será sorpresa. —afirmó.

— ¡Sí! —bajo del auto.

—Samuel?

—¿Mandé?

—trata de no darle besos a Rubén en público, ¿Si? Alguien podría molestarlos

—esta bien.—le sonrío y entro corriendo a la casa.

Akira lo miró y suspiró con pesar.
         

Me desaparecí un tiempo... Volví...

uskyldig kjærlighet (Rubius x Vegetta777)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora