ZiDian, después de estar lejos del alcance de las manos del viejo Jiang Cheng, vuelve a su forma de anillo, golpeando contra el piso de madera lejos del hombre vestido de púrpura. La espada blanca vuela más allá de un par de discípulos invitados, que chillan de miedo y se alejan, apegándose a la pared. No pasa mucho tiempo antes de que tiemble y se retire, volando de nuevo a las manos de su dueño.
La espada es familiar, se fija Wei WuXian. La empuñadura de plata tiene un diseño similar, y un reconocible grabado de nube en la vaina, que le recuerda a Wei WuXian la espada de cierto compañero de clase. Se da cuenta de por qué.
El dueño de la espada es un hombre alto con un rostro hermoso. Lleva las túnicas blancas Lan y la cinta de la frente Lan con nubes azules bordadas en ellas (la marca reveladora de un miembro directo de la familia principal). Su cabello es largo y oscuro; Sus ojos son de un marrón claro que podría pasar como oro. Wei WuXian no puede evitar pensar, ¡Wow! ¡Tiene una cara realmente bonita! De alguna manera, esa cara realmente bonita le recuerda...
—¡WangJi!— Lan QiRen dio un grito ahogado.
—Está prohibido pelear sin permiso.— Las palabras salen de la boca de Lan WangJi con una voz profunda. Este mayor Lan WangJi mira hacia el mayor Jiang Cheng, que agarra su mano ahora sangrienta. Wei WuXian está familiarizado con la mirada fría de Lan WangJi, pero nunca ha visto que parezca tan asesina y enojada, ¡Y no está dirigida a él!
El mayor Jiang Cheng se ríe al escuchar las palabras de Lan WangJi. Él dice,–Tú... HanGuang-Jun, ¿Cómo podrías salvar a este patético perro? ¿No es el lema de su secta ser justo? En sus reglas, dice, 'no te asocies con el mal'.
–Wei Ying no es malo,– responde el mayor Lan WangJi en un tono defensivo, moviéndose para pararse frente al mayor Wei WuXian, que todavía está acurrucado en una bola con el niño en sus brazos.
La estrecha relación entre su yo mayor y la futura versión de su fuddy-duddy Lan WangJi sorprende al joven Wei WuXian. Lan WangJi es tan frío, especialmente para un alborotador como Wei WuXian. No puede comprender cómo diablos llegaron a estar tan cerca. Por otra parte, tampoco puede entender cómo él y Jiang Cheng están tan separados al punto de querer matarse el uno al otro.
El mayor Jiang Cheng chasquea la lengua cuando ve que el Lan WangJi que tiene delante no envaina su espada. Su hoja casi transparente y blanca está manchada con la sangre de Jiang Cheng por haber sacado a ZiDian de sus manos hace un tiempo. Se ofende, pensando que el hombre con cara de piedra está siendo arrogante. Odia a Wei WuXian, ¿Pero se atreve a interponerse entre él y yo?
Rechina sus dientes con molestia mientras coloca su mano que ya no está sangrando (pero que sigue herida) en el mango de su espada SanDu.
Todos los ojos son atraídos hacia el hombre desconocido que entra en escena.
El hombre es un espejo del viejo Lan WangJi, solo que sonríe. No hay duda en la mente de todos. Existen dos Jades de Lan, uno cuyo ser es tan helado como el más frío de los lagos, y el otro que exuda un aura de calidez debido a su cara amable. Si delante de ellos hay un viejo Lan WangJi, entonces esta nueva persona no debe ser otra que el viejo Lan XiChen.
—Mi hermano tiene razón, líder de la secta Jiang. Por favor, no hagamos más de una escena de la que ya tenemos—,dice. Luego se dirige a la versión más vieja de su hermano menor. —WangJi, por favor, envaina tu espada.
Lan WangJi deja salir un gruñido en respuesta e inserta su espada BiChen en su vaina.
—¡XiChen! ¡WangJi! ¿Qué está pasando?—Lan QiRen parece como si estuviera a punto de estallar un nervio por la situación.
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¿Cómo terminé con este corazón congelado?
FanfictionPero justo cuando el puño de Wei WuXian se acerca a la cara de Jin ZiXuan, de repente están envueltos en humo. Estalla y llena el cuarto, cegando a todos en la oscuridad. Tosen violentamente, asfixiados por la fuerte presión del humo oscuro. Pero no...
