CHAPTER FOUR

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑

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AL DÍA SIGUIENTE, EL ENTRENAMIENTO CONTINUÓ CON EL Nadder Mortífero. Bocón e Hilda, crearon un laberinto en todo el recinto, poniendo a prueba las habilidades de sus estudiantes. Los Nadder tenían un muy horrible sentido de la vista, lo cual los pequeños vikingos debían descifrar.

Hipo no paraba de preguntar sobre los Furia Nocturna, cansando a ambos adultos hasta al hartazgo con tantas preguntas sobre las misteriosas criaturas. Como siempre, Astrid se destacó sobre todos, golpeando al dragón con su hacha; la cual tuvo que utilizar con el escudo de Hipo estancado en ella.

"La guerra de nuestros padres se convertirá en nuestra. Decide de qué lado estas", a pesar de que aquellas palabras fueron duras, Hilda estaba completamente de acuerdo con la rubia. Hipo la miró desde su lugar en el suelo, viendo la mirada de decepción de su hermana mayor, provocándole un nudo en el estómago.

Era la primera vez que su hermana lo miraba igual que su padre, y realmente no quería ver esa mirada en ella nunca más. Sin embargo, sabía que eso no sería posible, aún menos con su pequeño secreto escondido en el bosque.

Hilda llevaba toda la tarde buscando a Hipo, quería hablar con él sobre el entrenamiento de aquella mañana. La arena no era lugar para hacer todas esas preguntas, aún menos si eso lo ponía en extremo peligro. Pero a pesar de su insaciable búsqueda, su hermanito no apareció hasta que el sol se había ocultado.

La pelirroja junto a Bocón y los adolescentes, se encontraban cenando junto a una fogata. Ambos adultos hablaban sobre sus grandes hazañas, sorprendiéndolos mientras comían unos deliciosos pollos preparados por Hilda.

— ¡Y de un tirón, me arrancó la mano y se la comió!— relataba Bocón haciendo exagerados movimientos— Vi la expresión en su rostro, yo era delicioso. Debió correr la voz, porque no pasó un mes cuando otro me arrancó la pierna.

VALHALLA | httydDonde viven las historias. Descúbrelo ahora