𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ┊ Souta Kawata. ☑

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𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆

Le di pequeños toques en las heridas, desinfectando correctamente, Mitsuya se quejaba por lo bajo mientras me miraba quieto, al terminar, guardé todo en la cajita.

— Estas listo, Mitsu. — Sonreí levemente.

— Gracias Mae, te debo una. — Sonrió.

— Es algo tarde, ¿te quedas? Puedes dormir conmigo. — Ofrecí, levantándome y dejando la cajita en su lugar.

— ¿Estás sola? No quisiera molestar. — Se levantó.

— Mi madre llegará mañana por la tarde, no te preocupes, Mitsu. — Lo tranquilicé. — Te pasaré un poco de ropa de la que dejaste la otra vez para que puedas dormir.

Él asintió sin reprochar. Ambos subimos al cuarto, yo le di la pijama que dejó la otra vez y este se metió al baño, bostecé, volví a tomar mi móvil, fijándome en la hora, 2:35 AM, suspiré y me acosté en la cama, pronto apareció Mitsuya, acomodándose a mi lado después de apagar la luz, volví a bostezar y pegué a él, abrazandolo. Mitsuya se quedó un buen rato acariciando mi cabello , aquello me relajó bastante.

La molesta alarma comenzó a sonar, la apagué a los segundos tanto Mitsuya como yo despertamos a la vez, me alisté primero luego preparé el desayuno, a los segundo apareció Mitsuya, se veía bien y eso me alegraba.

— Por cierto linda, te voy a dejar a la escuela, queda de camino a la mía. — Ofreció Mitsuya.

— Esta bien, muchas gracias Mitsu. — Le sonreí.

En cuanto llegamos, estacionó con cuidado y bajé, en eso apareció Yuka seguido de los gemelos.

— Mae, buenos días. — Saludó.

— Buenos días. — Le sonreí.

— Mitsuya. — Saludaron los gemelos.

— ¿Eh? ¿Se conocen? — Pregunté.

— Digamos que pertenecemos a la misma pandilla. — Sonrió nervioso Mitsuya, ahora que me daba cuenta, los gemelos también tenían el rostro con parches y curitas.

— Ya veo. — Murmuré.

— ¿Y ustedes qué son? — Preguntó Yuka.

Antes de que Mitsuya respondiera le hice señal de "no", me aferré a su brazo mientras ampliaba la sonrisa.

— Te presento a mi novio, Mitsuya Takashi. — Dije, los tres frente a mi se sorprendieron.

— Mitsuya, no dijiste que Mae era tu novia. — Sonrió Smiley.

— Bueno pues... — Mitsuya con su mano libre rascó su nuca.

— Es broma chicos. — Comencé a reír. — Hubieran visto sus caras. Dios.

— ¡Mae no juegues así! — Reclamó Yuka.

— Lo siento lo siento, bueno, Mitsuya es mi primo lejano. — Me encogí de hombros.

— Mucho gusto. — Sonrió Yuka.

Después de aquel reencuentro me despedí de Mitsuya, un poco más y llegará tarde, por otro lado me adentré junto a Yuka, sentándome en el lugar de siempre, Smiley a los segundos apareció y se sentó donde siempre.