𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆
𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫┊Mae Matsuo, una chica con una personalidad peculiar, para ella todo parece mejorar hasta que lo conoce a él. ¿Qué ocurrirá?
∎ 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨: Terminado. ∎ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧: Ninguna. ∎ 𝐎𝐫𝐢𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥: 100%...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasaron varios minutos y seguíamos en silencio, este suspenso me colocaba nerviosa, ¿qué me diría? Apreté los labios aguantando las ganas de hablar primero.
— Quería decirte algo muy importante. — Por fin se atrevió a hablar.
Emití un ligero sonido de afirmación para que continuara.
— Desde el primer momento en que te vi, supe eras un dolor en el culo. — Comentó. — Muchas veces me sacaste de quicio.
— ¿Debería tomarlo como un cumplido? — Pregunté.
— Déjame terminar. — Tenía un pequeño rubor en sus mejillas.
Me encogí de hombros, accediendo a que continuara.
— Lo que quiero decir es que me gustas, a pesar de que seas insoportable, me gustas, si no sientes lo mismo lo aceptaré, sea cual sea tu decisión la respetaré. — Terminó.
Otra vez se formó el silencio, la verdad, ya tenía en claro mis sentimientos, mi respuesta estaba clara pero quería que hubiera suspenso para molestarlo, sonreí levemente. Cuando creí que era suficiente, suspiré.
— Angry, también me gustas, me gustas mucho. — Confesé.
Este me vio sorprendido pero luego me abrazó, correspondí aquello escondiendo mi rostro en su cuello, permanecimos así unos segundos antes de separarme, sorpresivamente este me dio un casto beso en los labios.
— Mae Matsuo, ¿Quieres ser mi novia? — Preguntó.
Mis ojos brillaron, sentí emoción y mi corazón aceleró. — ¡Acepto!
Volví a abrazarlo, aunque se había tardado, se sentía bien que quedáramos así.
Pasamos el atardecer juntos, tomados de los manos, viendo el sol esconderse, hasta que se hizo tarde, volvimos a subir la moto y Angry condujo hasta casa, una vez allí bajamos.
— Gracias por traerme. — Agradecí por primera vez.
— No agradezcas, me da miedo que ocurra algo por el camino. — Molestó.
Reí divertida. — Idiota.
— Soy tu idiota. — Acarició mi mejilla.
— Te quiero. — Susurré.
— Yo también.
Angry cortó lo que quedaba de distancia, posando sus labios sobre los míos, fue un beso corto de pocos segundos cuando se separó siguió acariciando mi mejilla.
— Angry. — Murmuré.
— ¿Si?
— ¿Cómo te enamoraste de mi? Digo, siempre me la paso en problemas, soy débil. — Mis inseguridades aparecieron.
— No eres débil, eres fuerte, eso me gustó de ti, siempre enfrentas las situaciones sin importar que, no vuelvas a pensar así, eres fuerte Mae. — Me tranquilizó.
— Gracias.
Lo abracé, este correspondió, acariciando mi cabello. Bien dice la gente que entre el odio y amor hay un solo camino, y apesar de que Angry y yo no nos llevamos bien, resultamos aceptar nuestro amor mutuo, agradecía aquel día en que apareció en mi vida. Esto era suficiente para ser feliz lo que restaba de mi vida.