➳❥𝕮𝖗𝖆𝖟𝖞 𝕻𝖊𝖙 || 𝕸𝖎𝖓𝕾𝖚𝖓𝖌 || 𝕬𝖉𝖆𝖕𝖙𝖆𝖈𝖎𝖔́𝖓•∞

𝟐. 𝐌𝐢𝐧𝐇𝐨, 𝐞𝐥 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐨.

No habían pasado las tres de la madrugada cuando JiSung escuchó unos ladridos en el cuarto de al lado. Se despertó de repente, frunciendo el entrecejo al recordar que él no tenía ningún perro en casa, por lo que se levantó de la cama y salió de su habitación en modo sigilo, dirigiéndose a la que había asignado a MinHo.

Tomó lo primero que vio -que era una sombrilla- y se adentró al cuarto. Grande fue su sorpresa al notar que MinHo en su forma de gato, ladraba a la ventana mientras movía la cola de un lado a otro.

El humano tuvo que restregar sus ojos varias veces, no creyéndose lo que veía. ¿Ese era MinHo? Ó sea, ¿MinHo, su MinHo? ¿O aún seguía dormido?

—¿Min? ¿Por qué estás ladrando, y a esta hora de la madrugada?

El animal lo miró y se bajó de la cama que le correspondía, comenzando a morderle los pies descalzos.

—Argh, deja de hacer eso—se quejó, tomando al gato por los costados y levantándolo.

El híbrido se transformó en chico cuando JiSung trató de acunarlo contra su cuello. El hombre le lamió las clavículas y lo abrazó por la cintura.

—Woof, digo, meow.

—¿Qué mosca te picó ahora, MinHo? Y ¿Qué le paso a tu cola, joder?

—¡Amo!¡¿Jugamos con el palito?!—JiSung se sonrojó de sobremanera, malinterpretando sus palabras.

—Ay, MinHo, no sabía que tenías esa clase de pensamien-¡Espera! ¡Me dijiste "amo"!

—¡Eres mi amo, mío de mí!—esta vez, el híbrido lo tomó por la cintura, separando sus pies del suelo y tirándolo a la cama que le pertenecía—¡Amo~, te quiero! ¡Eres el mejor amo del mundo! ¡Amo~!—los lengüetazos pasaron a su mejilla. El alto lo acorraló contra el colchón y el esbelto chico no podía estar más confundido.

—Oye, ¿Estás bien? ¿No te sientes mal?—preguntó, poniéndole la mano en la frente a su mascota, notando que su temperatura estaba bien.

—¡No, me siento feliz porque estoy con mi dueño!—sonrió, echando sus orejas puntiagudas hacia atrás. Dé repente, su actitud cambió un poco, tomándolo las finas manos del mayor y acomodándolas en sus mejillas— Tus manitas están muy frías—gimoteó. JiSung lo observó pensar aún medio de su asombro.

Definitivamente, había adoptado a un híbrido loco, ¡Totalmente loco! ¡No sólo destruía su casa, sino que también tenía una especie de complejo de perro! Eso no había pasado las primeras noches que estuvo aquí.

—¡Ya sé!—el entusiasmo era palpable en su voz, tomando las manos ajenas entre las suyas—¡Acaricia mi pancita, está calentita y suavecita!

El castaño pudo tener un derrame nasal allí mismo, pero se contuvo mientras el tipo alto agarraba sus muñecas y sumergía ambas manos debajo de su suéter. Y para satisfacción suya, el hato con complejo perruno tenía razón. Sus abdominales bien duros estaban suaves y calientes.