XIV

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ㅡSeñor, su desayunoㅡel mayordomo le dejó la charola de plata con comida en el taburete, Yeonjun le dio las gracias.

Soobin estaba leyendo algo en su escritorio, Yeonjun solo empezó a comer. Una semana atrás había visto su teatro arder en llamas, desde ese entonces no había salido de la casa del juez.

Moviendo la charola con comida, Yeonjun vio un color blanco asomarse. Sin que lo miraran, tomó el sobre y se encerró en el baño. Sabía que Soobin estaba absorto en la información de su nuevo caso, pero de igual manera fue silencioso al abrir el sobre y tomar su contenido.

Había una pequeña tarjeta y tres hojas de carta. La tarjeta era del mayordomo.

"Como sirviente del amo Choi Soobin, le debemos fidelidad, lealtad y discreción; nos ha dado alimento, techo y vestido. Pero también hemos visto y callado todo lo que él y los suyos son capaces. Queme esto"

Dos cartas eran respuestas entre una mujer y Kai. La tercera había sido escrita por Soobin.

La de Kai era una desesperada súplica por respuestas. Yeonjun no podía creer lo que la pluma del músico había escrito; solo recordaba haber visto a su madre en un carruaje gritando su nombre. Supo de ella hasta años después al enterarse que su amante murió en la cárcel y ella se mataba trabajando en una fábrica.

La carta respuesta de la mujer fue hecha con ternura y lágrima, a juzgar por las manchas en el papel. Yeonjun pocas veces se había sentido tan impresionado como esa mañana.

Kai no era hijo del gran y poderoso juez, sino de un violinista pobre que años después se presentaría como maestro para estar cerca de su hijo y de la mujer que amaba. Huening habría sido su apellido si los brazos de Soobin no lo hubieran sujetado justo cuando el carruaje en el que huía su madre y su verdadero padre partía.

Kai tenía 5 años cuando vio por última vez a su mamá dejarlo.

ㅡ¿Yeonjun?

La voz de Soobin lo hizo dar un brinco en su lugar, su mano instintivamente escondió las cartas.

ㅡ¿Qué?ㅡgritó.

ㅡ¿Estás bien?

ㅡ¿Te importa?

ㅡEn realidad no. Voy a salir, cuidado y causas un desastre.

ㅡPúdrete.

ㅡMuy tarde.

En el momento en el que escuchó cómo salía del dormitorio, Yeonjun tomó la última carta con la caligrafía de Soobin. Era para Kai.

"Deja en paz al chico" "No es la primera vez" "Uno más y te arrepientes"

Yeonjun miró con confusión la carta. No podía referirse a él, la fecha era de un año atrás. Leyó la tarjeta del mayordomo de nuevo. Él y los suyos.

El resto de la carta le resultaba igual de confuso.

Dos chicos anteriores. Taehyun y Kai. Su pelea. Un chico.

Con la necesidad de respuestas picando en sus manos, Yeonjun tomó las cartas y las aventó al fuego de la chimenea, con excepción de la última carta. Asegurándose de que Soobin verdaderamente se había ido, le pidió explicaciones al mayordomo, que bajo la atenta mirada de una criada, le dijo que no sabía de qué hablaba, pero discretamente le metió una llave en el bolsillo de su bata de seda fina.

Hominum [Kaijun | Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora