VII

215 46 24
                                    

Consideró seriamente la posibilidad de no ir.

Quería quedarse con Kai, hablar de lo que fuera o no hablar en lo absoluto, hacer todo o no hacer nada, no importaba, solo quería quedarse con él.

Toda la semana evitó encontrarse con Soobin. Por suerte tuvo una semana bastante agitada y no le dio tiempo de nada.

Sin embargo, esa noche no podía faltar: necesitaba dinero. Ya habían cubierto la mitad de los gastos para la obra, pero la otra mitad no aparecería sola y también requería de ayuda para promocionar, porque si la asistencia era baja, todo habría sido para nada.

El plan era contarle de su propia obra, porque no le había dicho nada, y pedirle sutilmente lo que necesitaba. Se lo repitió mentalmente mientras cruzaba el pasillo de la entrada.

ㅡSoobinㅡsaludó en el momento en el que entró al comedor de la casa del juez.

Únicamente le dio un apretón de manos, porque había sirvientes, esperando que no se notara su leve temblor.

ㅡYeonjunㅡel juez le sonrióㅡ, disfruta la cena.

No dejó de ver a Soobin ni un segundo, buscando algún indicio de furia, un puño apretado, un ceño fruncido o una amenaza debajo de las preguntas sobre su semana, pero el juez parecía tan serio y calmado como siempre.

En el mejor de los casos, Soobin no sabía nada y Yeonjun se había equivocado.

ㅡ¿Cómo va tu obra?

ㅡ¿Mi obra?

ㅡLa de tu teatro, sí.

ㅡTenemos actores.

ㅡ¿Cómo van los ensayos?

Yeonjun se obligó a masticar su comida como si nada, ocultando el hecho del miedo que le dio darse cuenta de que nunca le dijo a Soobin nada de ensayos.

ㅡ¿Algo más, señor?ㅡpreguntó el mayordomo.

ㅡNo, gracias. Pueden retirarse. Todos.

ㅡBuenas noches, señorㅡel mayordomo inclinó la cabeza hacia Soobin y la mirada que le dio a Yeonjun le hizo preguntarse cuántos como él ya hubo:ㅡ Caballero.

ㅡBuenas nochesㅡrespondió Yeonjun y esperó a que todos se fueran para hablarle al juezㅡ. No recordaba haberte hablado de los ensayos, otra semana así y me termino olvidando de cómo me llamoㅡdijo y fingió una risa bastante convincente.

ㅡNo lo hicisteㅡinterrumpió Soobin, tomando de su copaㅡ; un joven que me hace encargos me mencionó de un inusual movimiento en tu calle.

Como ya no tenía comida, Yeonjun intentó distraerse con su copa. Era vino caro. Muy caro.

ㅡGente que te hace encargosㅡmurmuró con detenimientoㅡ. Maravilloso.

ㅡSoy juez, cariño, obviamente iba a tener algo así.

La palabra resonó en su mente; "algo". Sí, seguramente todos eran solo un objeto para alguien con la mitad de poder que tenía el nombre de Soobin.

ㅡBueno, yo soy actor y no tengo todo lo que dicen que tienen los actoresㅡdijo Yeonjun mientras Soobin se levantaba para situarse detrás de su silla.

El ambiente era tan pesado que Yeonjun tuvo que hacer uso de todas sus habilidades para no temblar. Soobin colocó una mano en su hombro y habló:

ㅡNo tienes que hacer nada más que pedirlo.

Eso era una mentira, Yeonjun sí tenía que hacer otra cosa, pero no dijo nada, ni siquiera cuando estaba recargado en esa pintura en el pasillo que debía valer más que su teatro entero.

ㅡ¿Necesitas algo?ㅡpreguntó Soobin, separándose por un momento del beso.

ㅡ¿Qué?

ㅡTeatroㅡrespondió antes de besarlo de nuevo.

ㅡGente que vaya y...ㅡno pudo continuar porque lo levantaron en el aire.

ㅡ¿Amantes del teatro?

ㅡTodo menos revoltosos. No valdría nada de esto si no hay público.

ㅡAl menos no tendré que mentir sobre tu talento.

¿Cómo que mentir? ¿Con qué más mentía?

ㅡMañana viene mi hijo.

ㅡ¿Tu qué?ㅡYeonjun se separó del conde de nuevo. ¿Cómo es que aún no se cansaba de cargarlo?

ㅡMi hijo.

ㅡ¿Y-y me estás avisando?

ㅡPreferiría que fuera invitación.

Eso sonaba más como una orden, reflexionó Yeonjun en medio de otro beso largo.

Hacía todo lo posible para no contraer su cara en preocupación, ¿a qué hijo se refería?

ㅡ¿Y yo qué soy?ㅡpreguntó cuando llegaron a la alcoba.

ㅡNo vas a darle explicaciones.

ㅡMejor no vengo.

ㅡQuería verte.

ㅡNo te vas a morir por no vermeㅡcontestó Yeonjun en la cama.

ㅡTe queda bien el azulㅡdijo Soobin quitándole la camisa, pero no sonaba como si hablara de ella, ni siquiera era azul.

ㅡ¿P-p-perdón?

ㅡEl azul, te queda bien, como en el abrigo.

Yeonjun sintió como si las mordidas en su cuello como si estuvieran lastimando algo dentro de sí. Soobin las estaba haciendo demasiado arriba, y no sería fácil ocultar eso, no se detenía y cada movimiento parecía hecho a consciencia.

Soobin sabía todo y eso colocaba a Yeonjun contra la espada y la pared. ¿Por qué diablos no decía algo y terminaban con todo de una vez por todas?

ㅡ¿C-cómo se llama tu hijo?ㅡfue lo único que pudo decir.

ㅡTaehyun. El otro...

Tomó a Soobin del rostro y lo besó antes de que pudiera continuar y decir el nombre que en verdad le hacía sentirse feliz.

ㅡYa sabesㅡmurmuró Soobin

La expresión de Yeonjun se congeló un segundo. Prefería mil veces que dijera algo directo a que usara indirectas vagas.

ㅡ¿Qué?

ㅡQue el azul se ve muy bien, pero en ti prefiero el negro.

Yeonjun no notó hasta la mañana siguiente que, en su mayoría, las prendas que Soobin usaba eran de color negro.

No quiero que a Kai le pase algo, me da miedo Soobin y no estoy bien.

En fín, gracias por leer.

Hominum [Kaijun | Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora