El Brillo de sus Ojos [Xingyun]

~Tú, de nuevo~

LLego a mi casa bastante tarde y mi madre está en el salón.

- Ya habéis vuelto? - me pregunta.
- Sí, por cierto tengo que decirte algo.
- Claro, adelante
- Xingqiu me ha ayudado con el tema de mis sueños y me ha recomendó ir a Mondstadt a buscar a una astróloga llamada Mona. Ella nos dijo que para solucionar mi problema tendríamos que quedarnos con ella hasta el viernes.

Hubo un momento de silencio.

- Emm... si claro, podéis quedaros en Mondstadt. Eso si, prométeme que te cuidarás y no te meterás en problemas.
- Si, claro, ya lo sabes. Saldré mañana temprano. Nos vemos el viernes - la abrazo y subo a mi cuarto.

Me siento en el escritorio y observo mi habitación de arriba a abajo. No hay ningún objeto aparente que pueda causarme las pesadillas, cierto?

Mona me ha dado un pergamino con diferentes datos que tengo que proporcionarle: entre ellos se encuentras fotografías de mi habitación, un mapa de la estructura de mi casa y su localización.

Saco mi daguerrotipo y comienzo a hacer fotografías de mi cuarto. Intento captar cada mueble y cada estructura para que Mona pueda hacer su trabajo.

Después de preparar la carpeta con todos los papeles que tenía que llevarle a la astróloga, me tumbo en la cama.

Ahí es cuando lo noto. Ese escalofrío de nuevo.

Hay un sueño que tengo cada cierto tiempo. No es como los que tengo a menudo. Es una especie de parálisis del sueño. Veía mi habitación, tal y como siempre estaba, pero había algo ahí. Una mujer sentada en mi escritorio. Tenía el pelo negro y una piel pálida y estaba sentada en la silla mirando al techo. Eventualmente sus ojos se tornaban negros y gritaba. Un grito que me ensordecía. Tras el grito la mujer se iba por la puerta y yo recuperaba la movilidad.

El escalofrío que acabo de sentir significa que esa noche soñaré de nuevo con aquella mujer.

La primera vez que soñé con ella, me alegré. Creía que era un espíritu maligno que por fin no le temía a mi condición, pero más tarde me di cuenta de que no era motivo para alegrarse y me empezó a aterrorizar la imagen de aquella mujer.

Estoy tenso y muy inquieto. Solo el recuerdo de aquella horrenda cara me hace temblar. No quiero volver a verla.

Me cuesta mucho dormir en esta situación. De pronto se me ocurre algo: puedo llamar a Xingqiu. El suele quedarse leyendo en su cuarto hasta las tres o cuatro de la mañana, y solo era la una y media.

Puede que no esté del todo bien llamar a estas horas de la noche, pero la imagen de esa terrorífica mujer no me deja descansar y quiero hacer todo lo posible para no volver a verla.

Cogí mi teléfono y marqué el número de xingqiu.

Rápidamente el ojiambar coge el teléfono.

- YunYun? Todo bien? - me dice el chico.
- No, no está bien. N-necesito que vengas a mi casa.
- Yun, que pasa? - siguió insistiendo el chico, pero no podía decirle lo que pasa hasta que llegara.
- Dame cinco minutos y estaré allí - me dice y cuelga el teléfono.

No era la primera vez que el tenía que venir a mi casa por culpa de esas estúpidas pesadillas.

Unos golpecitos en el cristal me sacan de mis pensamientos. Rápidamente me acerco a la ventana para abrirla y dejar que xingqiu pase.

Los dos sabíamos que mi madre no se despertaría con nuestras voces, así que no nos preocupaba el hablar demasiado alto.

- Yun, que pasa? - pregunta Xingqiu.
- Deja que te lo explique. No se si te acordarás de una pesadilla específica que tuve.
- Describemela - la expresión de xingqiu cuando hablábamos de este tema siempre era sería.
- Una especie de parálisis del sueño en la que veía a esa mujer sentada en mi escritorio.
- Si, se cual dices.
- Bueno, la he tenido pocas veces, pero cuando voy a soñar con ella me da un escalofrío que me hiela la sangre y es... indescriptible e inconfundible. Sabiendo que voy a soñar con ella no puedo conciliar el sueño.

Las lágrimas estaban a punto de brotar de mis ojos. Si hay algo que me aterroriza, son sin duda estas pesadillas.

- Dormiré contigo si te tranquiliza, YunYun - dice el chico con una voz dulce.
- No se como agradecértelo... - es lo único que soy capaz de decir.
- Solamente con tu presencia ya me lo agradeces.

Xingqiu se tumbó a mi lado.

De verdad, no se como agradecerle. Él lo está dando todo por mi y yo solo soy una simple persona que teme a unos sueños estúpidos.

Intento dormir y finalmente lo consigo.

De pronto un grito aterrador me despierta. Abro los ojos rápidamente y miro hacia el escritorio. La mujer no está y yo me puedo mover perfectamente. De pronto miro a mi derecha y recuerdo que Xingqiu había accedido a dormir junto a mi para ayudarme.

- Yun, todo bien? - me pregunta al notar esa reacción tan repentina que he tenido.
- Sí. Xingqiu, no la he visto.

Las lágrimas no aguantan más y comienzan a brotar de mis ojos.

El ojiambar me abraza con fuerza.

- Te dije que todo estaría bien, querido.

- Solo oí su grito y por eso me desperté, pero no vi su figura.... ni siquiera su cara. Xingqiu, no tengo manera de agradecerte todo lo que hiciste por mi esta noche.

- No tienes que agradecerme nada, Yun. Cuando me confesaste lo de las pesadillas yo te prometí que siempre te ayudaría, y no romperé esa promesa.

"Gracias por salvarme, Xingqiu"