¿Quien es Leo?

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Jamás le voy a querer como a ti...

Samuel termina de tomar su tercer café que comparte con Omar mientras sigue pensando en esas últimas palabras que le dijo a Carla, desde esa noche no volvieron a verse.

-¿Todo bien, Samu? – pregunto Omar

-No tuve mucho sueño, estoy pensando en muchas cosas, muchas cosas que no tienen sentido pero tampoco me dejan morir.

-¿Es Carla?

-¿Es tan obvio?

Samuel era transparente, Omar siempre supo como leerlo incluso cuando no hablaba mucho.

-¿Qué coño piensas hacer con Ari?

-A Ari la quiero, no pienso destruir una relación tan importante por una aventura que tuve con mi ex novia. Carla esta con Christian y yo con Ari, cada uno elige su camino y algo me dice que es buen camino.

Antes de oír la opinión de Omar, Samuel nota a un pequeño niño entrando el bar, algo que le atrae la atención.

-¿Y este niño? ¿Qué hace acá solo?

-Ni idea.

El niño parece un poco perdido, va acercándose a los dos, un poco asustado.

-Me perdí – susurra el niño

-Siéntate acá, no puedes andar solo, es peligroso – decía Samuel

-Mi mama se enojara mucho conmigo, de nuevo...

-¿Y dónde está tu mama? – pregunta Omar

-Afuera, no se...

-Tengo mucha sed – susurra el niño con esos ojos verdes y una mirada profunda

-A ver... - empieza decir Samuel

-Me gusta tu camiseta – dijo el niño al apuntar con la mano hacia la camiseta

Samuel llevaba una camisa negra con una bola de futbol.

-¿Te gusta el futbol? – cuestiona Samuel

-Voy a traerle un jugo, ahora vuelvo – le informa Omar

Samuel vuelve poner atención en el niño, le fascina, aunque parece que no tenga más de cuatro o cinco años le parece a un adulto.

-Me encanta, pero a mi mama no tanto.

-Parece que tu mama es de otro planeta, ¿no?

El niño se ríe, toma un cuaderno de bolsa y un bolígrafo.

-¿Qué es eso? – pregunto Samuel de manera curiosa

-Me gusta dibujar.

-¿Tan pequeño y ya dibujas?

El niño asienta con cabeza.

-Yo también hacia dibujos desde pequeño, pensé que soy el único.

-A mi mama no le gusta que yo dibujo, dice que debería dedicarme a jugar con niño pero no soy muy social.

-Lo entiendo, yo también me sentía así, aun me siento así.

El niño sigue dibujando, estaba haciendo dibujo de una mujer, una mujer desconocida por ahora.

Omar le trae el jugo y señala a Samuel para que venga con él.

-¿Qué pasa?

-Tenemos que llamar a policía, ese niño no puede quedarse aquí, sus padres deben estar buscándolo.

-Vamos a esperar un poco, el niño no va hacer problemas, es muy tranquilo.

-Va ser interesante cuando te conviertes en padre, de seguro Ari está pensando lo mismo.

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