Capítulo 56 EL PODER DEL PERDÓN.

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Quique tomaba sus terapias para su rehabilitación, parecía que todo marchaba bien aunque él se encontraba muy deprimido debido a que Delia no quería hablar con él, ni siquiera por mensajes.

Enrick no dejaba de culparse así mismo, Mónica quién ya estaba en calma le decía que "su actitud no le ayudaría a su hijo, que dejara de culparse y mejor que se acercara a él".

Enrick le dió la razón y también se le ocurrió llamar a Delia ¡Seguro ella ayudaría a su hijo a salir de esa depresión! Mónica apenas le iba a decir "que no lo hiciera porque ella no ayudaría a su hijo, mucho menos ¡Después de lo que pasó!". No alcanzó a decirlo porque Enrick ya le había llamado y en estos momentos le había contestado por lo que parecía.

Mónica lo miró asombrada después de colgar, sin dar cavidad a lo que acababa de escuchar.

Moni (sorprendida): ¡¿Cómo es posible que hayas dicho semejante barbaridad?! ¡Nuestro hijo no está muriendo! Una cosa es que esté deprimido, ¡pero otra muy distinta a qué se esté muriendo, caray!

Enrick (mirándola fijamente): Por mí una mentira es justificable, si está salva la vida de nuestro hijo ¡Por favor de lo pido Moni, apóyame!

Moni (rodó los ojos): ¡Está bien! Espero no te equivoques otra vez!

El plan del padre de función, Delia había salido de su casa a escondidas de sus padres para visitar a Quique solo porque éste "estaba muriendo".

Al llegar Enrick la hizo pasar enseguida, ella llegó preguntando cómo estaba. El señor le dijo que muy mal, en cuanto a Mónica solo se limitó a saludarla, no quería participar en la mentira de Enrick.

Delia: ¿Puedo pasar aunque esté tan grave?

Enrick: ¡Claro que puedes! ¡Date prisa muchacha ó no lo alcanzas!

Delia (miró a Moni): ¿No dirás nada?

Moni (trató de sonreír): Debo...atender una llamada lo siento. Ferguson quiere hablar conmigo ahora ¡Si me disculpan me retiro! ¡Ah y cualquier cosa que tengas que decir Delia, dicela a Enrick de favor!

Enrick (bufó molesto): ¡Creí que tú y ese tipo ya habían terminado! ¡Nuestra prioridad debe ser nuestro hijo no lo olvides!

Moni (lo fulminó con la mirada): ¡Es mi prioridad idiota! ¡Y en lo que respecta a Ferguson no es tú problema y no lo vuelvas a llamar "tipo", por eso tiene un nombre!

Enrick (negó con la cabeza): ¡Es un nombre horrible!

Mónica le dió la espalda mostrándole "su dedo medio" y se retiró a su habitación sin decir más nada. Delia sólo los observaba sorprendida ¡Cómo era posible que tuvieran esas peleas cuando su único hijo "estaba muriendo"!

Llegó al cuarto de Quique, lo observó cubriéndose con una almohada los oídos como si fuese un niño pequeño. Ella cerró la puerta y lo miró sin parpadear, se acercó un poco hasta que sus ojos se toparon con los suyos, éste tiró la almohada y se puso de pie enseguida.

Quique (muy sorprendido): ¡¿Delia?! ¡Delia, estás aquí!

Delia (se cruzó de brazos): ¡Me alegro encontrarte bien Quique! Pero, ¡debería darte vergüenza recurrir a una mentira tan grande para que yo viniera a verte ! ¿Qué has hecho? ¡No se supone que "estabas muriendo"!

Quique: Me alegra mucho verte, pero ¡¿Has venido a fastidiarme ó a compadecerme?!

Delia (enojada y triste): ¡Si vine hasta acá es porque ya te perdoné tonto! Tú padre me dijo que estabas muriendo y fue la razón por la que decidí perdonarte ¡Para que te fueras en paz de este mundo! Pero dime una cosa ¡¿Te parece poco apostarme y permitir que me llevarán para después ser violada?! ¡¿No te conformaste con haber hecho que abortara a tú hijo?! ¡Te parece poco todo lo que me has hecho sufrir, poco hombre!

Delia no aguantó más y soltó el llanto junto con una fuerte bofetada en el rostro de Quique "el causante de todas sus desgracias", sin embargo, ahí estaba... preocupada porque él supuestamente "estaba muriendo".

Quique al ver su sufrimiento la abrazó fuerte y sus lágrimas caían, la culpabilidad le llegó al corazón.

Quique (con la voz quebrada): ¡Deli, no llores por favor! ¡Se me parte el corazón, el alma verte así por mi culpa! ¡Por favor Deli no llores más, vuelve a pegarme si quieres pero no llores!

Deli sonrió un poco y correspondió el abrazo, a pesar de todo el daño que le había hecho...no podía odiarlo sin saber porque, tal vez era el poder del Perdón.

Enrick había traído casi a fuerzas a Mónica para que viera que "su plan había funcionado".

Enrick (mirándola): Tal vez, deberíamos seguir su ejemplo ¡Qué tal un abrazo!

Moni (rodó los ojos): ¡Déjate de payasadas, ya estás grandecito para eso! Me alegro mucho que nuestro hijo haya recuperado la cordura y que haya hecho las paces con Delia ¡Pero de ahí ha abrazarte, ni loca!

Enrick (le guiñó el ojo): Deja que lo haga yo entonces, sin rencores Moni, tú eres una mujer sensata.

Moni (levantó la ceja): Cierto, y tú eres un hombre muy idiota.

Enrick (sonrió): Es verdad, aún así quiero abrazarte y que sigamos el ejemplo de los muchachos.

Moni (negó con la cabeza): No creo que sea buena idea porque...

No la dejó terminar, él ya la estaba abrazando fuerte antes de que ella dijera algo más, no le quedó más que respirar pesadamente y contar hasta diez mil para no alterarse.

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Los niños no dejaban hablar de su querido "Refugio", mientras Fer cocinaba pollo para su esposa. Hanny había salido con Tori para traer algunas cosas que les faltaba.

Dalia escuchaba a los niños atenta, aunque de repente se quedaba pensando en esa "Paloma misteriosa" ¿Las coincidencias existen? ¡Prefería ya no pensar en eso! Les dijo a los niños que iba por Fer, que no tardaba. Ellos asintieron y se pusieron a jugar con "Huesos".

Dali (se asoma a la cocina): ¡Oye mi amor! ¡Ya deja eso, vente a descansar conmigo!

Fer (sonriente): ¡Cómo crees mi vida! ¡Ya casi termino espérame un momento!

Dalia sonrió pícaramente, rodea la cintura de Fernando y besa su oreja (como se vé en la imagen del principio).

Fer (nervioso): ¡Ay mi Dali, vas hacer que se me queme la comida! Qué no sabes que "se me pone la piel de gallina" cuando haces eso.

Dali (lo mira fijamente): ¡A mí no me importa comer gallina quemada!

Fer (sorprendido): ¡Qué dijiste!

Dali (sonriendo): ¡¿Qué?!

Las carcajadas de los dos se escuchan por toda la casa, sin duda estaban felices de compartir momentos tan simples pero tan significantes para ellos.

Los niños estaban en la sala con Huesos así que escucharon las risas de ambos.

Ritchie: ¡Están muy chistosos!

Sandy: ¡Sí bastante! ¡Me gusta!

Huesos ladró contento moviéndose de un lugar a otro, hasta que vió su pelota y recordó que debería ir por ella. Los pequeños lo siguieron, sin duda "Huesos" era como un hermano más para ellos.

Fernando y Dalia después de besarse se dirigían a la sala con los niños para comer, después los mandarían a lavarse los dientes, luego a bañar para que ellos siguieran su ejemplo.

La diferencia era que los niños dormirían, en cambio ellos disfrutarían parte de la noche.





Nota:

Hola corazones ❤️

Les traigo un capítulo más de su historia "Vuela lejos de aquí"🕊️✈️🎶...espero que les haya gustado 😉.

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Vuela lejos de aquí 🕊️(Fly away from here) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora