Estar bajo presión siempre fue mi forma de vida, la Universidad, la boda, el lazo, la relación con mi Omega...
De él no me quejo, es un gran hombre con cualidades que no todos tienen, es fuerte, decidido, autosuficiente, inteligente, con un carácter...
– Entonces nos vemos en el departamento... No, no, veámonos allí. Te espero a las 7. – sonrió amplio, su estómago claramente emocionado, su Omega se regaba ver a su Alfa.
– Está bien, nos vemos. – dijo asintiendo.
– Besos, te amo. – sonrió al aire.
– Y yo a ti, cuídate.– corto la llamada y suspiro. Ya habían sido muchos días sin ver a su Omega. Ya era tiempo.
No pudo evitar pensar en los ojos avellanas que tanto se venían a su mente, agitó la cabeza intentando olvidar el tema. Vió su último mensaje anoche e intento ignorarlo para no contestar.
Bajo las escaleras de la casa, vió a su familia y desde ese momento quiso avisar.
– No vendré a cenar hoy, una disculpa. De hecho tampoco vendré a dormir. Me quedaré en el apartamento de Yut. – dijo mientras tomaba unas uvas y las comía.
– Está bien, hijo. Lo sabemos. – sonrió con cariño su madre.
– No olvides cuidarte, un cachorro fuera de matrimonio no es admisible y tampoco sería agradable adelantar la boda. Me voy. – tomo su maletín y dió una mirada al rubio. – Nos vemos en un rato, querida. – beso el rostro de su esposa y camino a la salida. – Griffin, vamos. – llamó.
–¡Ya voy! Buena noche, me saludas a Yut y felicidades. Disfruten su día. – giño el ojo y se marchó. – ¡Te amo, mamá! – exclamó al final.
No entendió la mitad del mensaje, pero bueno. Tenía la cabeza llena de cosas.
– Me voy mamá, disfruta tus horas sin nosotros, debe ser un alivio. Te adoro. – bromeó y beso la mejilla de la rubia.
– Y yo a ti, corazón. Cuídate y buen día. Te extrañare, pequeño. Me saludas y felicitas a Yut, sería bueno que venga a cenar mañana con todos, hace ya un lar de meses que no viene. – comentó.
– Sí, le diré. Gracias. – se marchó de allí aún más confundido, intentaría pensar.
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Todo el día estuvo estresado, tarea y más tarea. Además que tenían que ir a palacio por unos papeles, que jodido. Iría otro día. Quería descansar un par de horas hasta verse con Yut. Le diría a Shorter que salieran un rato.
Mando un mensaje en cambio de clase y a los minutos este le confirmo, pero tendrían que ir al restaurante con Nadia un rato. Acepto y siguió soportando el traje que le asfixiaba. Su mente estaba intranquila, le pregunto a su lobo pero este sólo negó.
- No sé de qué hablas, humano. Deja dormir. - reclamó.
Al salir saludo a su amigo y lo siguió hasta el restaurante donde la Omega china los recibió sonriente, bueno a él, a Shorter le volteo los ojos.
– Así que hoy tienes noche divertida! – bromeó la Omega.