¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
Adaptación al Yugkook
Esta obra no es de mi autoría, cuento con el permiso de Junchi95 para poderla adaptar.
Todos los derechos de la obra original pertenecen a ella.
Tiene contenido...
En el camino, Jungkook fue escuchando música. Habían recuperado algunas pertenencias de Yugyeom(entre ellas su celular y los auriculares que compartían), cuando la señora Jeon, acompañada por su marido, habían caído de sorpresa en la casa de los Kim.
La mujer le había dicho todas las cosas que se le cruzaron por la mente, mientras el señor Jeon aprovechaba la situación para ir hasta el cuarto de Yugyeom, tomando todo lo que parecía importante (no conocía mucho las pertenencias de Yugyeom, así que sólo se llevó lo que él creía importante y tuvo que aguantarse al peliamarillo cuando hizo pucheros porque no le habían traído sus libros o su peluche favorito).
Ambos recordaban con diversión cuando, en medio del griterío entre las dos madres, Mingyeom había llegado a casa para preguntar que mierda estaba pasando.
Cuando su madre le explicó a gritos que aquellos estaban invadiendo su casa, que además tenían retenido a Yugyeom y que estaban urtando sus cosas, la chica entendió todo.
Y en vez de apoyar a su madre, fue hacia el señor Jeon y lo ayudo a cargar las cosas de su hermano.
Gracias a Mingyeom, el peliamarillo tenía cosas que sí eran importantes, como los auriculares que Jungkook tenía puestos, porque la chica sabía todo prácticamente de la relación, y el valor de cada cosa.
Sintió su celular vibrar, estaban a medio camino de dónde sería el campamento, pero el paisaje ya estaba más verde y la ciudad había quedado muy atrás, así que se sorprendió al tener señal.
Era un mensaje de su hermana.
"Te tengo una sorpresa, calvo", decía, con todo el cariño del mundo.
Yugyeom le mostró el mensaje a Jungkook, quién se encogió de hombros, sin saber que sería.
Rápidamente, tecleó su duda, solo para recibir el emoticón de un mono cubriendo su boca, indicando que Mingyeom no le diría nada.
Suspiró, sabiendo que sería inútil insistir, conocía a su hermana y sabía que no le diría.
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