Gracias a Ti

Cap. 3:

Nada mas acercarse, sería fácil distinguir los varios gemidos llorosos y embestidas bruscas, seguidas de húmedos y lascivos sonidos, que envolvían la hermosa habitación de tapiz morado y cama de dosel.

Frente a un mueble con un gran espejo está Oliver, siendo bruscamente atacado en su parte trasera, con sus manos atadas detrás de su espalda y su cuerpo cubierto de marcas de besos y mordidas, obligado a mantenerse de pie con ayuda del mueble con embestidas cada vez más fuertes que hacían doler terriblemente su interior

Detrás del joven se encuentra un hombre alto, vestido con un traje desordenado, un cuerpo visiblemente bien entrenado, de tez blanca, cabello negro azabache y ojos cafés tan claros que parecen dorados, que dejan ir un aire de ira, unas pequeñas gotas de sudor ensucian su cara haciéndola ver más clara y hermosa, y culpable de su sufrimiento, este hombre era un mafioso de alto nivel dando una pequeña lección a alguien, un hombre cuyo nombre y crueldad intimidaba a los grandes

Sí ese hombre era Giancarlo Blaggioni, pacientemente y cuál araña venenosa, ha tejido una hermosa y sólida red de narcotráfico y armas, pero cuyo favorito recae en el negocio de la carne, heredado de su padre Angelo Blaggioni

Con prostitutas, camellos y trabajadores en todo el mundo, se disfrazaba como el excéntrico y millonario fundador de una empresa hotelera, perfecto para cubrir todos sus negocios y viajes

Había esperanza en el corazón del rubio aquella noche, esperanza que fue asesinada en el momento en que Giancarlo decidió no viajar por alguna razón y en consecuencia, ahora estaba siendo "interrogado"

Sabiendo bien como """interrogar""" al joven le sujetó del cuello antes de preguntar, Giancarlo; "¿Aún sigues sin hablar?" dicho eso, entró profundamente golpeando un. área sensible

Oliver solo soltó un gemido ahogado resonó en su garganta, mientras finas lágrimas bajaban por sus mejillas dejó todo salir manchando nuevamente de blanco el fino mueble de madera

Giancarlo; ''¿No has tenido suficiente perra?'' dijo sujetando al chico de la barbilla obligándole a verse al espejo mientras le susurraba con maldad, ''¿No te ha quedado claro que eres mío?'' conociendo el camino de memoria, su mano bajó hasta sujetar el objeto rojizo con demasiada fuerza, acercándose más terminó, ''Solo yo puedo tener esto ¿Cierto?''

En el espejo, la mirada de Oliver se clavó con la de Giancarlo, al verlo una mirada desagradable se dibujó y escupió entre llorosos quejidos con una voz débil y entrecortada, Oliver; ''Soy una prostituta... ¿No?... ¿¡Por qué tendría que pertenecerte!?... Al final... todos pueden tenerme'' con bastante dificultad se retorció hasta poder liberar su cara del agarre de Giancarlo para enderezarse un poco enmarcando cada palabra que salía de su boca sin apartar la mirada un segundo, ''No es como si fueras el último ni el único pene en el mundo... y no es como si fueras mi esposo o siquiera mi novio... ¿¡Que derecho tienes para reclamarme!?'' aprovechándose de la sorpresa del otro, se volvió a retorcer, esta vez tratando de soltarse completamente, reuniendo todo el valor de su ser volteó por sobre el hombro para estar frente a frente, ''Solo soy alguien mas con quién tienes sexo... y tú... solo eres otro más que pasa por mi cama y me deja dinero... ¿O me equivoco jefe?'' no hubo respuesta y sintiendo la sangre hirviendo

Al no dar una respuesta apropiada fue sujetado del pelo, la nueva entrada profunda y brusca por parte de Giancarlo hizo a un dolor eléctrico recorrer su espalda, una ligera pero clara gota de sangre mezclada con semen cayó al suelo acompañada de una lágrima, al sentir el dolor y la sangre salir de él no pudo soportar más y el llanto empezó a caer como cascada, pero no pensaba dar marcha atrás otra vez y tratando de calmarse lo más rápido que pudo volvió a abrir la boca, pero su voz de siempre ahora estaba medio ahogada en un lamentable llanto, Oliver; ''¿Qué?... ¿Estas molesto? ...'' un golpe en su interior fue la respuesta