Cap. 7

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Oliver despertó, una mirada rápida alrededor y se descubrió a sí mismo en la habitación personal de Giancarlo

Era un cuarto amplio, una cama demasiado grande para una sola persona pues sería muy solitario, los libreros con más libros de los que os que realmente habíansido leídos alrededor una mesita para café acompañada con unos bellosy cómodos sillones y un escritorio de trabajo cerca de la cama, era el típico dormitorio de un millonario excéntrico con problemas de personalidad

Oliver ya había estado ahí varias veces, en teoría ese también era su cuarto pero tenía graves problemas de indeseables plagas a las que invitaban alegremente de vez en cuando

Se despertó solo en la enorme cama, el cuerpo le dolía terriblemente y estaba demasiado cansado como para soportar el peso de sus ojos que se abrían y cerraban de forma intermitente, quería sentarse en la cama, pero al recordar el motivo de su cansancio pesadas lagrimas rodaron por sí solas fuera de sus ojos hasta que el sonido de la puerta le hizo limpiarse la cara y tratar de levantarse nuevamente

Giancarlo entró a la habitación con una bandeja en las manos, aunque sentía la nariz tapada gracias al llanto Oliver reconoció el olor de la sopa stracciatella incluso antes de que la tapa desapareciera, también había más cosas pero no les dio importancia

La bandeja fue dejada de lado y Giancarlo se le acercó para ayudarle a enderezarse con una extraña mirada de preocupación, Oliver le dio un manotazo rechazando la ayuda y se sentó el solo con la mirada vacía y perdida como si le hubieran arrancando algo de muy adentro

Giancarlo; "Stellina, me tenías preocupado, dormiste todo el día de ayer"

Oliver no contestó pues estaba perdido, viendo a la nada y solo movió la cabeza lentamente como si dijera "Ah ya veo" con algo de remordimiento Giancarlo buscó decir algo que sonaba como el intento de una disculpa

Giancarlo; "Stellina yo...... tienes que comer" dijo cambiando sus palabras de golpe y poniendo la bandeja frente a Oliver

La sopa humeante de huevo y queso tenía un aroma exquisito, el pan fresco estaba suave y un poco crujiente separándose con facilidad sin mencionar que su maravillosa fragancia a recién horneado abriría el apetito a cualquiera y al lado un vaso de agua caliente con rodajas de limón en el fondo eran lo que componía la comida que le habían traído, pero Oliver parecía ignorar el mundo que le rodeaba

Giancarlo; "Debes comer stellina" dijo con aparente preocupación al ver al rubio jugar con el suave pan blanco en lugar de comer

Oliver asintió despacio y partió el pan para remojarlo en la sopa, lo probó y el sabor le invadió la boca, era agradable pero un poco más dulce de lo debido, comió otros 2 trozos de pan antes de alejar la bandeja con una falsa sonrisa de satisfacción, Giancarlo lo miró algo perplejo

Giancarlo; "¿No vas a comer más? Es tu favorito ¿No?" Oliver asintió "¿Entonces?"

No hubo respuesta, Oliver sujetó la cuchara mas no pudo levantarla del plato, Giancarlo se apresuró a tomarla por él como si actuara por impulso y sin decir palabra se ofreció a darle de comer, pero Oliver no quería aceptar nada de ese hombre desgraciadamente moría de hambre así que aceptó

Al fin pudo saborear bien la cálida sopa, la stracciatella era una comida especial para él, era como un cálido abrazo o un beso tierno y sincero que le traía hermosos recuerdos de años pasados

Pero que también se deformaba casi al instante por un terrible dolor en el pecho y un recuerdo que seguía muy fresco en su mente, demasiado como para poder sentirse cómodo, no podía parar de recordar lo que Giancarlo le había hecho y que ahora lo trataba  dulcemente, no pudo soportar más y apartó la mirada, sentía que lloraría en cualquier momento

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