Cap. 6

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Desde que Oliver se encontró por última vez con Javier y tomó prestada su moto había pasado dos día y una noche, era medio día, pero el cielo estaba tan nublado que daba la impresión de que apenas había amanecido sobre el desierto árido en medio de la nada, donde milagrosamente había construida una gasolinera, esperando a algún conductor que necesitara parar.

Esa estación que normalmente estaba vacía tenía una hermosa motocicleta gris llenando el tanque, a un lado un chico de veinte y tantos, vestido con jeans, unos tenis y una sudadera gris, con la capucha escondiendo su cara blanca

Un vendaje en su mejilla derecha cubría un moretón en la cara, tiró por ahí un paquete de galletas que estaba comiendo junto con el empaque de una pastilla para la gripe, esperando mientras tosía a que el tanque estuviera lleno y listo para volver a la carretera pues ya había perdido mucho tiempo escondiéndose el día anterior

Sin embargo, un coche negro se detuvo justo en el otro dispensador de gasolina, el cuerpo del chico se tensó, unos hombres de traje se bajaron mientras discutían y cargaban combustible

Hombre; "Marcus ¿Puedes creerlo? Es que solo... ¡Maldita sea! ¿¡Cuánto tiempo llevamos persiguiéndolo!?" Se quejó uno de los hombres mientras se sacaba los lentes negros bastante furioso

Su compañero tranquilamente se concentró en llenar el tanque, sin hacerle mucho caso a su compañero, Marcus; "Un día entero Rizz"

Rizz; "Un día, ¡24 horas enteras! Desperdiciadas en buscar a ese maldito de Oliver"

Al escuchar su nombre, Oliver volteo de reojo al contador de la gasolina, deseando que se llenara más rápido, quería salir corriendo

Marcus; "¿Quieres callarte? Si el jefe te llegara a escuchar seguro nos mataría"

Rizz; "¿Y porque lo haría? ¿Qué tiene de especial esa puta?"

Marcus; "Vamos, sabes bien que el jefe es negligente con él, es la persona más cercana que tiene e incluso más de lo que fue su propio padre, es obvio que será más suave con él cuando lo encontremos"

Indignado Oliver quería correr y gritarles, sin embargo, las palabras se quedaron en su mente dando vueltas, estaba enojado, pero no era idiota como para gritar

"¿La persona más cercana a él? ¿¡Negligente!? ¿¡De qué puta manera todo lo que me ha hecho se puede llamar negligencia!? ¿¡Como siquiera pueden decir que me quiere!?... ¿Me quiere?... No, más bien adora torturarme"

Rizz; "Negligencia o no, ser suave o no ¿¡A quién carajos le importa!? Esa pequeña zorra no soporta estar cerca del jefe, todos vimos alguna vez como disfruta que se lo cojan extraños, Carlos vio con sus propios ojos como prefirió aferrarse a ese tipo que invitó como si fuera su patética vida en lugar de acercarse al jefe"

Oliver trato de recordar, era cierto, cuando escucho que alguien entraba al cuarto aquella noche, se aferró con fuerza a Javier reacio a dejarlo y casi al instante un sentimiento pesado en su corazón apareció al pensar en cómo se comportó la otra noche, de repente, sentía la necesidad de disculparse, pero ¿Disculparse porque? ¿Por ser grosero? ¿Por no darle información? ¿Por aprovecharse de su amabilidad? ¿Siquiera se había aprovechado?

No tenía ni la menor idea de cómo responder a estas preguntas, ni el por qué de repente empezaba a pensar todo esto, hasta que una mano se posó en su hombro, asustándolo y regresándolo a la realidad, esa persona se disculpó

Marcus; "Lo siento ¿Sabe dónde está el baño?"

Sin mencionar una palabra señaló a la parte trasera de la tienda de la gasolinera sin embargo, esa mano no se movió, de hecho, lo sujetó con más fuerza y el tipo habló de nuevo

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