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Una semana había transcurrido desde la última vez que HeeSeung y SungHoon hablaron, al parecer, la idea de ser solo amigos no era tan buena después de todo, porque HeeSeung definitivamente no daría el paso, y SungHoon creía que si tomaba la iniciativa, HeeSeung lo iba a ignorar.

El departamento que antes compartían, se sentía casi tan vacío como el corazón de SungHoon luego de que HeeSeung se llevara sus cosas, aunque algunas seguían ahí, como unos cuantos libros y algunas camisetas viejas que usaba para dormir. Era penoso verlo en esa situación, no quiso ni siquiera hablar con sus amigos, necesitaba estar solo, tener un tiempo para él, y no hacía nada más que ir a la universidad. Enfocarse en sus tareas y clases lo ayudaban a distraerse, aunque era difícil cuando veía a lo lejos a su ex novio caminando con su mejor amigo, como si nada.

Se sentó en una mesa vacía del campus, sacó un cuaderno y se propuso a hacer garabatos sin sentido, tratando de que el tiempo pasara para poder ir a su otra clase, y sin darse cuenta, terminó haciendo pequeños dibujos de cosas que le gustaban. Dejó las cosas a un lado y revisó la galería de su celular, algo que definitivamente no tuvo que hacer, muchos recuerdos aparecieron, recuerdos que dolían.

Se detuvo en una imagen en específico, era un dibujo que había hecho para HeeSeung muchísimos años atrás, el primer dibujo que hizo para él, más específicamente. El dibujo estaba en una página vieja y doblada, lo había encontrado un par de años atrás entre algunos libros de HeeSeung y tomó la foto por si se llegaba a perder o arruinar. Sonrió inconscientemente, eran cosas de niños.

ㅡHoonie.

El mencionado se tensó en su asiento, fijando su vista rápidamente en el dueño de aquella hermosa voz que tanto amaba.

ㅡH-Holaㅡsaludó un poco tímido.

De repente, todo era un tanto incómodo entre los dos, como si fueran desconocidos.

ㅡ¿Qué miras?ㅡpreguntó curioso, tomando el celular de las manos del castaño con mucha confianza.

ㅡAlgunas fotografías, estaba aburridoㅡhizo una mueca incómoda.

HeeSeung miró la foto, sintiendo su corazón palpitar de esa manera tan descontrolada otra vez, causando que en sus labios se dibujara una sutil sonrisa.

Recordaba ese día, el día que SungHoon le dio algo por primera vez, la ilusión que sintió cuando vio que era solo para él a pesar de ser algo tan simple como un dibujo.

[•••]

SungHoon: ocho años

HeeSeung: nueve años

ㅡOye, Hoonie, ¿quieres ir a mi casa?

El pequeño pelinegro esbozó una enorme sonrisa, era la primera vez que lo invitaba a su casa, y en su mente solo podía idear un montón de actividades en las cuales perder el tiempo. Ya llevaban dos años de ser amigos, pero no pasaban tanto tiempo juntos como otros niños que eran mejores amigos.

ㅡTengo que preguntarle a mi abuela.

ㅡMi mamá puede decirleㅡsonrió ampliamente.

Y así hicieron, la señora Lee fue hacia la casa de SungHoon a pedir permiso personalmente para que su lindo nieto pasara el día en su casa. Al principio se negó, pero no podía decirle que no a los ojitos de súplica que el pelinegro le estaba haciendo, por lo que terminó accediendo.

Cuando SungHoon entró a la casa de los Lee, quedó maravillado con todo lo que estaba ahí, esa casa era mucho mejor que la suya, el patio era más grande y lleno de bonitas flores que tanto le encantaban, antes sus ojos, era un lugar maravilloso.

we can try again  ❱  heehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora