El demonio del niño.- Maitake

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✡Hey, soy Kei!

Hola, este es el primer capítulo de esta historia. Antes de iniciar solo quiero aclarar que Takemichi tiene cuatro años y su pronunciación no es del todo buena o correcta, pero sus guiones los escribí bien ya que yo no hablo baby language ¿? Usen su imaginación para imaginar sus balbuceos, ciao.

✡ Disfruta la lectura

Esa noche fría y oscura de Noviembre, el viento corría fuerte, haciendo que las ramas de los arboles se azotaran contra las ventanas de la habitación de un pequeñito niño con insomnio fuera de su cama. El pequeño de cuatro años de edad estaba tumbado en la alfombra con sus piecitos elevado moviéndose de atrás hacia adelante, mientras sus labios murmuraban una canción infantil, tenía un montón de hojas blancas y crayones de todos los colores esparcidos a su alrededor.

Se encontraba creando cientos de dibujos, unos eran de dinosaurios, unos más de autos y otros de su familia. Tenía ya varias horas sin dormir, su madre lo había arropado con su pijama favorita y enterrado entre las mantas y peluches de su cama, todo lo necesario para dormir a gusto, pero en cuanto esta se fue, el pequeño takemichi abandono el colchón para irse a colorear. Eran casi las tres de la madrugada y ya no sabía que mas podría dibujar, el sueño no llegaba y la inspiración infantil mucho menos...

Fue entonces que su visión comenzó a recorrer por toda la habitación, observando detalladamente los posters en las paredes, todos eran superhéroes y fue así como al pequeño pelinegro se le ocurrió la mejor de las ideas. Tomo una hoja en blanco y el mejor de sus crayones azules para comenzar a diseñar su propio superhéroe. Sería el más grande, el más fuerte, el más valiente, además de guapo e intrépido. Su superhéroe sería mejor que esos que veía en las caricaturas matutinas.

Pasaron así los minutos cuando el niño finalmente termino. Lleno de emoción levanto la hoja y miro con orgullo todo su trabajo. Había creado una figura masculina no muy alta, ni tan grande pues quería que su super heroe luciera real, con un traje bastante lindo en negro y una cabellera rubia. No sabía cómo dibujar ojos, así que solo creo dos pequeñas y delgadas líneas en su rostro, estas daban la ilusión de que su superhéroe estaba sonriendo. Ignorando claro algunos borrones que creó antes.

Nada podía faltar ahora que había terminado al mejor héroe del mundo, nada excepto una capa ¿Como podía crear un héroe sin capa? Que locura, pensó. Takemichi tomo su crayón rojo favorito y comenzó a dibujar en la espalda del hombre una larga y gran capa roja, sin embargo no salió como este deseaba... Siguió tratando y tratando, pero mientras más dibujaba mas parecía ser arruinado el dibujo que con tanto esfuerzo hizo. El pequeño niño de ojos azules ya estaba llorando de frustración y con coraje apretaba el crayón en su pequeña manita mientras continuaba y rogaba mentalmente que se arreglara, mas eso no paso...

Molesto por lo que había ocurrido, hizo una rabieta y comenzó a trazar un montón de garabatos por todo el dibujo que recién había hecho mientras lloraba y gritaba palabras que apenas podían entenderse de sus labios, su habla aun no estaba tan desarrollada debido a su corta edad y que apenas y convivía con otros niños en el Kinder. Después de unos minutos muy largos y densos, su sentimiento de ira finalmente se vio cesado y termino por arrojar el crayón al suelo, desde su posición observo como su dibujo estaba aun mas arruinado y solo soltó un suspiro tras tumbarse boca arriba en la alfombra.

Solo quería llorar un poco mas y tranquilizarse, pensaba como podía crear otro superhéroe sin echarlo a perder, pero mientras Takemichi lidiaba con ello en su mentecita, el dibujo había comenzado a soltar una luz roja que envolvió toda la alfombra en un circulo de llamas infernales del mismo tono. El pequeño se asusto claramente y dio un grito de terror al ver que una gran silueta negra salía de esa diminuta hoja de papel, terminando por revelar la apariencia de un muy apuesto joven que con solo mover su mano apago las llamas en ese círculo que los rodeaba, volviendo a ser iluminados únicamente por la lamparita móvil de estrellitas en su habitación.