El demonio del niño.- Maitake

✡El amor del demonio✡

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En las canchas de futbol de la escuela se encontraba un desconsolado Hanagaki Takemichi llorando en el pasto con su cuerpo hecho un bultito.

El llanto era incluso más fuerte que el, no podía articular nada, ni una sola palabra, excepto aquel "Mikey" que no paraba de salir de sus labios, mas nadie respondía.

Estaba solo, no podía creer cuanto había arruinado las cosas. Todo salía mal a su alrededor, nada era lo que deseaba y en definitiva había echado a perder la cual sería su noche más mágica.

¿Era así como debía ser su vida ahora sin Manjiro a su lado? No... no le gustaba en absoluto. No era lo que él deseaba. Lo único que sus brazos anhelaban justo ahora era a su demonio, aquel que de niños creía que era su súper héroe favorito, el más grande, el más fuerte. Estaba enamorado de esa idea.

No.

Estaba enamorado de Manjiro Sano.

—M-Mikey... vuelve... Perdóname...

Repetía en su llanto mientras que el cielo se llenaba de nubes negras y después gotas finas de lluvia comenzaban a caer, mojando todo a su alrededor.

Era así como se veía la soledad, nada dolía mas que eso. El en el medio de una cancha sola, la lluvia cayendo y la música del baile sonando a lo lejos, su cuerpo helado por el viento que chocaba con él.

Pero... su cuerpo helado... ¿Por qué no estaba mojado? Pensó.

Su rostro enrojecido, casi hinchado y bañado en lagrimas, miro hacia arriba buscando la causa de aquella anomalía, y lo que sus ojos se toparon fue simplemente sublime. Una luz en la cancha, en su día, en su vida.

—In my eyes, there is a tiny dancer, watching over me, he's singing
"She's a, she's a lady, and I am just a boy"~

Cantaba el mayor de ambos sonriendo y sosteniendo un paraguas sobre el menor mientras que miraba hacia el cielo nocturno. Takemichi estaba pasmado de sorpresa.

—Oh baby, I am a wreck when I'm without you... I need you here to stay...

Continuo cantando la melodía que sonaba de fondo por el baile que estaba a punto de terminar en el auditorio. Y así como la música no cesaba, el menor no podía detener sus lagrimas mientras se aferraba al cuerpo impropio, agradeciendo y a la vez insultándolo pero sin soltarlo un solo momento. Su demonio había regresado.

—¡Eres un idiota! Sabes lo preocupado que estaba por ti, y-yo... Mikey... Eres un idiota...

Decía a rastras con sus palabras y su voz quebrada al no poder detener su llanto. el demonio soltó el paraguas y se inclino con el menor para abrazarlo y cubrirlo consigo de la lluvia. Takemichi solo se mantenía aferrado a él, no quería apartarse, no quería que nada se interpusiera entre ambos.

—Lamento haberme ido, necesitaba aclarar mi mente... Pero ¿Sabes que descubrí?

El humano no respondió, pero en su mirada se notaba la curiosidad, no sabía de qué rayos le hablaba su demonio, pero más vale que aquello fuera una buena excusa del porque se había marchado sin decirle una sola palabra.

—Yo también estoy enamorado de ti, Hanagaki Takemitchy.

Aquella sola frase lo hizo dejar de temblar y casi como un hechizo detuvo las lagrimas del menor, su respiración se contuvo y esta vez fueron sus labios los que temblaron de sorpresa.

—¿C-Como dices, Mikey..?

—He dicho que también te amo...

El de ojos azules para ese momento ya estaba avergonzado y con el rostro enrojecido cual manzana. Su corazón latía tan fuerte que se podía escuchar claramente en ese silencioso momento donde solo existían ellos dos.