5. BIENVENIDA, JANIRI.

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En el planeta Perkara hay ocho habilidades materialistas que someten algunos factores de la materia, en este capítulo estudiaremos las primeras cuatro de ellas a fondo. Cabe aclarar que se hace uso de lenguaje coloquial (lenguaje corriente, vaya) para mayor entendimiento. Aquí un breve resumen de cada una antes de empezar:

1. Combustionar-congelar: habilidad originaria del continente apósita. El sujeto es capaz de aumentar o disminuir la temperatura de las cosas. Se les apoda como «Climas».

2. Mover-detener: habilidad originaria del continente Almirán. El sujeto es capaz de desplazar objetos o de detener su movimiento. Su apodo es «Titiriteros».

3. Ocultar-revelar: habilidad originaria del continente oblusita. El sujeto es capaz de hacer invisibles los objetos y volverlos visible. Se les apoda como «Camaleones».

4. Tangibilidad-intangibilidad: habilidad proveniente de Cundiff. El sujeto es capaz de afectar la tangibilidad de los objetos. Se les conoce como «Susurros».

Si tienes dudas, al final del libro encontrarás lindas ilustraciones de apoyo.

—Materialismo para tontos, de los Archivos Generales.

Zemtedi 27 de mitzeles de 4323. Me encuentro frente al espejo en el paso número seis de mi rutina matutina para el rostro. Es una rutina oblusita diseñada para restaurar la piel, atrasar el envejecimiento y darle tersura e hidratación a mi cara. Soy consciente de que envejezco más deprisa por ser materialista, por ello cualquier producto que me ayude a combatirlo es bienvenido.

En la televisión está mi programa favorito, una caricatura algo antigua. En ella un grupo de niños de unos diez años llevan a cabo misiones especiales desde una base secreta en su casa del árbol, oculta de los adultos. Cada niño tiene una especialidad, y juntos trabajan como equipo. La veo desde que me convertí en materialista cuando solo era una niña. Me sé casi todos los diálogos.

—Pasar transmisión del televisor al espejo —le digo al sistema.

La imagen se transmite en una ventana al lado de mi reflejo, ahora puedo ver mucho mejor.

Hoy me toca dar la bienvenida a los recolectados, tendré que darles un recorrido y explicarles lo básico. En teoría le tocaba a Lephe hacerlo, pero apostamos a que ella no podría beber una botella de un solo trago. Perdí, maldita mi suerte.

Entre mis deberes de reclutadora está dar la bienvenida de vez en cuando. También me encargo de la enseñanza y el control de las habilidades materialistas para todos los nuevos. Usualmente dejamos la enseñanza a los ancianos, aunque por mi dominio tan pronto en mi propia habilidad se me dio este pequeño privilegio.

En nuestro tiempo libre podemos usar ropa de diversos colores, siempre y cuando estemos dentro del complejo, si salimos tenemos que llevar el uniforme al igual que cuando estamos de servicio. Mis pantalones llenos de bolsillos me quedan a la perfección. Mi playera de manga larga cubre mis brazos con delicadas caricias. Coloco la capucha sobre mi cabeza y creo que me veo bastante intimidante. Mis manos las enguanto dejando solo al descubierto mis dedos, y gracias a los Gemelos, mis hermosas uñas.

No decido que color de labial usar el día de hoy. Podría usar negro para que convine con la esencia del complejo materialista, pero no quiero parecer una fanática. Lo mejor podría ser el rojo, sinónimo de peligro. El color de nuestros accesorios no debe ser obligatoriamente negro como el resto de nuestra ropa, una concesión que nos dan los altos mandos.

Voy al paso siete de la rutina, que es un suero hidratante. Ahora que mi piel está humectada aplico la base de mi maquillaje (con protector solar, obvio). Aun con corrector encima, las horribles venas de mis ojeras son notorias, como si no quisieran ser ocultadas. Un poco de rubor, máscara de pestañas y listo. Me aplico el labial rojo y convino mis uñas a juego. Me veo fantástica.

RECUERDOS DE SANGRE Y PLOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora