RECUERDOS DE SANGRE Y PLOMO

4. DESCONSUELO, ANKER

Como todos saben, las habilidades materialistas dependen directamente del lugar de nacimiento del individuo. O sea que están sujetas al área geográfica de la que el sujeto provenga.

Cada uno de los 8 continentes genera una habilidad con su contraparte. Las lunas habitadas también generan habilidades. Creo que en la tercera luna también podría haber una habilidad, pero nacido ahí se ha convertido en materialista todavía.

Así, cualquier persona que se convierta en materialista nacida en Após podrá adquirir la habilidad de combustionar y congelar. De la misma manera, alguien nacido en Tlakotli obtiene la habilidad de liberar y oprimir, los conocidos como «Potenciadores».

No importa que el sujeto cambie de continente, porque mantiene la habilidad ligada a su nacimiento.

Existen además cuatro habilidades que se han registrado en los Archivos Generales históricos, pero son poco comunes, además de que el gobierno se esfuerza para que sean secretas. Aún debo averiguar a qué están sujetas y cuáles son. ¿Podría ser a una isla o a algo más?

Claro que los gobiernos saben de la existencia de esas habilidades desconocidas para nosotros, pero ocultan la información sin reservas.

—De los diarios de investigación de Velen.

Me lamento. El destino es cruel conmigo.

Me despierto en mi cama, solo. Lo cierto es que desearía no tener que despertar. O que al menos todo hubiera sido un mal sueño, una simple pesadilla. Su lado de la cama está vacío. Dormí con su ropa como pijama, su olor golpeando mi alma en cada respiración. ¿Cuánto tardará en desaparecer su aroma para siempre?

Estuve llorando desde que se marchó, desde que se marchó para no volver. Mi cabeza me duele y a pesar de que dormí por horas durante toda la mañana y tarde, parece que fueron minutos. Me siento cansado. No, agotado es una mejor palabra. Tal vez, ¿destrozado?

Mi cuerpo me duele por la pelea que tuve con las recolectoras. Mis muñecas tienen moretones donde los trozos de tela impidieron que me moviera hasta que estuvieron lo suficiente lejos para que pudiera alcanzarlos.

El puñado de sobres que me dio Velen descansan sobre la cómoda. El amarillo parece gritarme para que lo abra. No tengo fuerzas para hacerlo en este instante, así que lo dejaré para después. No sé si podré soportar lo que escribió.

Ya es de noche otra vez y no puedo creer que ya pasó un día. Me quedé dormido viendo la fotografía de nosotros que está sobre su almohada, la tomo una vez más entre mis manos, las lágrimas brotan sin que pueda evitarlo.

Él quiso que compráramos un retrato de madera con la imagen impresa en papel como la gente de antaño. Dijo que volvía el recuerdo aún más especial porque podíamos sentir el papel fotográfico. Detrás del cristal nos encontramos los dos abrazados. Fue la primera vez que lo besé. Estuve evitando el momento por mucho tiempo porque quería que fuera algo inigualable.

En la fotografía lo estoy abrazando por la espalda con una sonrisa de oreja a oreja. Ambos llevamos ropa impermeable porque fuimos a visitar unas cataratas que quedan a dos horas de aquí. Estuve preparando el viaje durante un mes completo para que todo fuera en extremo especial. Quería regalarle algo que estuviera a la altura de mis sentimientos. Era nuestro aniversario, llevábamos un año de conocernos y otro más saliendo.

¡Éramos tan jóvenes! Tal vez ese día terminé de enamorarme por completo de él y al organizar el viaje, comencé a enamorarme de la que sería mi carrera universitaria.

Velen estaba impresionado. Tomaba fotos de todo lo que podía. Organicé la visita gracias a mis contactos mientras era estudiante de turismo. En el paquete que me dieron había una caminata de senderismo para llegar hasta las embarcaciones y de ahí a las cataratas.