La visión de Takemichi es un cúmulo de borrones mezclándose con lágrimas.
No logra enfocar nada, pero puede sentirlo todo. El recordatorio de su debilidad a fuego vivo en su piel. Anhela irse a casa, pero teme que un mal movimiento termine rompiéndolo. Su cabeza martilla a niveles posiblemente peligrosos, y sus recuerdos no le dan tregua, incluso cuando está a nada de cerrar por completo los ojos.
Las palabras dan vueltas en su cabeza, repitiéndose una y otra vez como un disco, y sabe que no podrá deshacerse de la horrible secuencia.
Débil.
Eres demasiado blando, Takemichi.
Débil.
No mereces estar en ToMan.
Débil.
¿Cómo puede ser considerado un héroe siendo tan inútil?
Débil.
Mikey sólo te mantiene a su lado porque le recuerdas a Shinichiro.
Débil.
No eres más que un peso muerto.
Takemichi está cansado; en todos los términos posibles. Sabe que sus ojos lloran, pero no siente las lágrimas. Su respiración se ralentiza, intentando llevar aire a sus pulmones, pero falla miserablemente. No puede respirar. Algo le oprime el pecho; y es la obligación de hacer algo. Esa necesidad sigue ahí, forzándose a seguir latente. Incluso en esta situación, Takemichi siente que debe hacer algo. No puede rendirse, ¿verdad? Él tiene que hacer algo.
Él es un héroe, ¿no?...
Él debe...
Tiene que...
¿De verdad tiene que hacer algo?
A decir verdad, Takemichi no puede ni quiere hacer algo, y tampoco quiere sentir la obligación de hacerlo. No quiere intentarlo. ¿Qué ha estado haciendo? ¿Jugando a ser el héroe dentro en una pandilla? Él no es un héroe, y quizás nunca lo fue. ¿Cómo puede serlo si no es capaz de protegerse a sí mismo? ¿Enserio pensó que podía salvar a otros teniendo sólo un buen corazón?
¿Mismo corazón que las personas a las que juró proteger destrozaron?
Había entregado todo por ToMan, arriesgando más de lo que tenía, y perdiendo lo que nunca pensó que se iría. Todo mientras pretendía ser alguien que no era, moldeándose a las expectativas de un recuerdo hasta convertirse en la sombra de un fantasma.
Entonces, no tiene nada que perder. Nadie lo necesita. Puede dejar de ser un héroe, ¿no? Puede dejarse caer. Ya no tiene que fingir.
Nadie extrañará a un llorón, ¿verdad?
Takemichi se quiebra, y los restos de lo que fue un noble corazón son arrastrados por las interminables lágrimas, llevándose consigo los últimos rayos de un imperceptible sol.
Y ahí, de rodillas en el piso, con la luna sonriendo a traición y la oscuridad susurrándole al oído, un héroe llega a su límite, y llora por última vez.
ESTÁS LEYENDO
The darkness of a hero
FanfictionEl héroe llorón se hartó, tiró su capa, y no volvió a derramar una lágrima.