Takemichi había desaparecido.
La ausencia del sol de ToMan era más que notoria; las reuniones no eran lo mismo sin el rubio. Al principio lo dejaron pasar, puesto que Takemichi había cancelado la mayoría de sus salidas bajo la excusa de estar muy cansado. Una excusa que escuchaban muy seguido. No le dieron importancia. Se trataba de Takemichi, después de todo. No había nada en el mundo que pudiera afectarle, porque a pesar de ser un llorón, Takemichi siempre está bien, ¿verdad?
Pasó un día.
Luego dos.
Después tres.
Cuatro.
Cinco.
Seis...
Las alarmas sonaron en la cabeza de todos. Takemichi no contestaba el teléfono y su casa se hallaba intacta, sin señales de que hubiera pasado la noche ahí, o incluso la semana. Porque sí, se metieron al hogar del rubio gracias a la copia que Mikey tenía de la llave —que sabrá dios de dónde consiguió—.
Tarde se dieron cuenta de que Takemichi no había asistido a clases durante toda la semana, y cuando le preguntaron a su grupo de amigos, estos respondieron que su última conversación con él fue cuando canceló de último momento la salida que tenían planeada un mes atrás por encontrarse demasiado cansado. Mitsuya, que parecía ser el único en analizar la situación con calma, se dió cuenta —ya muy tarde— de las incontables veces en las que Takemichi había usado las mismas palabras, en diversas ocasiones.
No me he sentido bien últimamente.
Estoy muy cansado, chicos.
No creo poder ir, me duele todo.
Tal vez necesito descansar.
¿Por qué estás tan cansado, Takemitchy?
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The darkness of a hero
ФанфикEl héroe llorón se hartó, tiró su capa, y no volvió a derramar una lágrima.