Capítulo 3

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Donde aparecen unas cuantas personas más,
muchas de ellas aún vivas, interesadas en la suerte
de la estrella fugaz caída

El castillo celestial BaoShan fue tallado en la cima del Monte Huon por el primer señor de Baoshan, que reinó a finales de la Primera Edad y principios de la Segunda.

Había sido ampliado, mejorado, excavado y horadado por los sucesivos señores de BaoShan, y la cima original de la montaña arañaba ahora el cielo como el colmillo tallado y ornamentado de una gran bestia de granito gris. El castillo celestial se alzaba a gran altura, donde se reunían las grandes nubes antes de descender y derramar lluvia y relámpagos y devastación sobre las tierras a sus pies.

El octogésimo primer señor de la montaña celestial, Xiao XingChen, hijo de la poderosa BaoShan SanRen yacía moribundo en su cámara, tallada en la cima más alta como un agujero en un diente podrido; pues la muerte también existe en las tierras más allá de los campos que conocemos.

Convocó a sus hijos junto a su lecho y acudieron, los vivos y los muertos, temblando en las frías salas de granito. Se reunieron junto a la cama y esperaron respetuosamente, los vivos a su derecha, y los muertos a su izquierda.

Cuatro de sus hijos estaban muertos: Guang Yao, XuanYu, Zhuliu y Xue Yang, unas figuras inmóviles, grises, insustanciales y silenciosas. Tres de sus hijos seguían con vida: ZiXuan, Song Lan y MingJue. Estaban de pie, incómodos, a la derecha de la cámara, apoyando el peso en una pierna y en otra, rascándose las mejillas y las narices, como si les avergonzara el silencioso reposo de sus hermanos muertos, actuando hasta donde les era posible como si ellos y su padre fuesen los únicos ocupantes de esa fría habitación con ventanas que eran enormes agujeros en el granito, por las cuales soplaban los vientos fríos.

Si era porque no podían ver a sus hermanos muertos, o porque al haberles asesinado (uno cada uno, aunque MingJue había matado a XuanYu y a Xue Yang, al primero envenenando un polvo facial venenoso, ya que este tenía la costumbre de aprovechar sus rostro delicado para pintarlo y verse aún más hermoso, mientras que, rechazando el artificio en favor de la eficiencia y la gravedad, a GuangYao simplemente le empujó por las escaleras de la torre más alta una noche en que admiraban una tormenta eléctrica a sus pies, este, por la fuerza empleada, terminó atravesando la ventana y cayó hacia el precipicio; por otra parte, Zhuliu había fallecido en un accidente de carruaje debido a un desperfecto de las ruedas, que ZiXuan haya sido el dueño de aquel carruaje no tiene que ver, por supuesto), preferían ignorarlos, temerosos de su culpa o de una revelación, o de los fantasmas, su padre no lo sabía.

En privado, el octogésimo primer señor había esperado que cuando llegara su fin seis de los siete jóvenes señores de BaoShan hubieran muerto, y que sólo uno conservara la vida; el que sería el octogésimo segundo señor de BaoShan y señor de los Altos Despeñaderos. Así fue, al fin y al cabo, como él consiguió el título, varios cientos de años antes.

Pero los jóvenes de hoy eran unos flojos, sin la energía, el vigor y la furia que él recordaba de sus días de juventud...
Alguien decía algo. Se esforzó en concentrarse.

—Padre —repitió MingJue con su gran vozarrón—. Estamos todos aquí. ¿Qué quieres de nosotros?

El viejo le contempló. Tragó una bocanada de aire tenue y helado que llenó sus pulmones con un resuello espantoso y después dijo, con una voz altiva y fría, como el mismísimo granito:

—Me estoy muriendo. Pronto llegará mi hora, y recogerán mis restos para llevarlos a las profundidades de la montaña, hasta la Sala de los Antepasados, donde los colocarán..., me colocarán..., en el hueco número ochenta y uno, es decir, en el primero que no esté ocupado, y allí me dejarán. Si no lo hacen, serán todos malditos, y la torre de BaoShan se tambalearía y caería.

Polvo de Estrellas - [ADAPTACIÓN WANGXIAN] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora