Detrás De Tí (TodoBakuTodo) +18

CAPÍTULO 16 "Contras"

“Estoy desesperado,
me he enamorado.

No debería afectar mis sentidos,
no estoy pensando con cordura.

Te quiero, que horror.
Te quiero.”

NARRADOR

   Cuando los rayos del sol chocaron con su cara supo que era la hora de levantarse, tenía hambre pero también ganas de seguir durmiendo.

Aún se sentía un poco cansado; sin embargo, eso no lo detendría.

  Se levantó, se duchó para quitar la pesadez del cuerpo, checó cómo se encontraba su tobillo y entonces, se sentó en su cama y pensó en Todoroki.

Suspiró agobiado, se vistió y se fué a la cocina, ya eran las 7 AM, de seguro algunos estaban despiertos.

– ¡Buen día, Bakugou! - saludó el presidente de la clase al recién nombrado.

– Ajá

– ¡¡Kacchan!! ¿Ya estás mejor? - preguntó Deku apenas vió a su amigo de la infancia.

– Cállate Deku, no me hables - respondió cortante.

   El de pecas sólo se rió un poco incómodo, ya sabía que algo así contestaría.

Bakugou miraba alrededor del salón principal, buscando a alguien quizás.

Solo estaban algunos, era sábado y habían tenido una semana agitada, la mayoría se tomaría la dicha de dormir más de lo usual.

  Entonces se fué enseguida a hacer su desayuno, antes de que los fastidiosos de sus amigos le ruegen para que les prepare los suyos.

   Y allí estaba, haciéndose un sándwich en silencio, con esa cara que muestra nulidad de gesto, pero que a cualquiera podría enamorar, como a él.

– Tsk - chasqueó la lengua el rubio.

– Ah, Bakugou - se giró para verlo - buen día. - volvió a lo suyo.

   Después de todo, seguían los nervios.

Era inevitable, esa sensación de mariposas no podría sentirse "Peor" según Bakugou.

   La intriga le consumía su paciencia, cada día estaba más confundido por lo que sentía, o quizás era que se volvían más seguros sus sentimientos.

Sea lo que sea, aquello de verdad le hacía molestar.
Porque seguía repitiéndose una y otra vez que no estaba bien.

  No podía estarlo, era demasiado. Rivalidad, personalidad, carácter y, sobre todo, género.
Muchas cosas que, en definitiva, le atormentaban.
Se sentía intranquilo, pero al mismo tiempo tan pleno.

  Porque era como darle aliento mientras se lo quitaba.
Todo eso en tan solo un beso y Katsuki estaba perdiendo la paciencia.

  Mientras que él divagaba buscando todo lo malo de sentirse confundido por su sexualidad, Shoto le colocó un plato frente a él.

– Ten - le ofreció - te lo iba a llevar a tu habitación, pero por suerte bajaste antes.

  Bakugou sintió un mar de sensaciones recorrerle de pies a cabeza.
Todas placenteras.

– ¿Me hablas a mí? - usó un tono tan suave que Shoto se conmovió - ¿Estás loco? - frunció el entrecejo, pero no como normalmente.