Cuenta regresiva.

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Después de esa terrible noche donde habían tres corazones en juego nada sería igual.

Sus vidas darían un giro rotundo, nunca volverían a ser las mismas.

Hakkai necesitaba huir, era más fácil pelear a golpes que contra sus propios sentimientos.

Mitsuya por primera vez estaba equivocado en algo y pagaría caro el haberlo hecho.

¿Duele el amor?
¿Aún cuando ni siquiera se han dicho Te amo?

Claro que duele el amor, sobretodo cuando se ama en silencio.

Te rompes y lloras cuando pierdes algo que nunca se movió de ahí donde lo pusiste.

Es ahí donde te das cuenta que por mucho lo ignoraste y cuando se perdió fue que notaste que era necesario.

Mitsuya siempre lo supo, supo que sus ojos y sus manos siempre buscaban a Hakkai, su presencia siempre estaba disponible.
Su voz siempre era audible, jamás diría que no a lo que pidiese...

Hakkai lo escondió desde la primera vez que lo sintió, le parecía mal, pues el había sido todo lo que admiraba.

No quería que se fuera, pensaba que el no lo vería de esa forma, y creyó que quedándose en silencio a su lado, jamás lo perdería, cuan equivocado estaba.

Mitsuya era todo lo que Hakkai no era.
Era dulce, sincero y tan sensato, siempre actuaba con tanta ternura, su paz era como el toque de una pluma pero si debía dar la vida por proteger a alguien lo haría sin dudarlo.

Hakkai era solo un gatito asustado de todos los ruidos extraños del mundo, que sacaba sus garras para mostrarse feroz pero era todo lo contrario.
Esa mirada intimidante, esa altura prominente, escondían tanto miedo, eran solo una armadura.

Mitsuya sabía como romper esa armadura, pues tenía a Hakkai en su mano, pero jamás lo uso de esa forma.

Era más que obvio que ambos estaban destinados desde niños, terminaron protegiéndose el uno al otro en tantas formas

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Era más que obvio que ambos estaban destinados desde niños, terminaron protegiéndose el uno al otro en tantas formas.

Terminaron amándose sin saberlo, creando una vida juntos sin mutuo acuerdo, terminaron siendo amantes del silencio, pero como todo amor que no se confiesa termina en el cementerio.

O al menos eso parecía...

Siempre fuiste tu ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora