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07; Muñeca

JEON JUNGKOOK

—Esta noche se sintió energética. —Escuché la respiración agitada de Jimin a mi lado.—Una buena manera de prepararnos para la época de premiaciones.

Me limité a sonreír y asentir, mientras veía de reojo como mi amigo se colgaba del hombro de Hoseok, demasiado hiperactivo todavía.

Yo sentía que los músculos me dolían y sólo quería estar en mi cama durmiendo, pero en cuanto entré a nuestro camerino y vi cámaras grabando, no pude evitar soltar un bufido se frustración y cansancio.

Quería tener un tiempo para mi; sentarme en el sillón y cerrar los ojos por tan sólo dos segundos. Pero, teniendo a todas estas personas aquí, debía colocar una sonrisa en mi rostro y ser el maknae que todos quieren que sea, actuar como el niñato bueno que sabe hacer de todo y puede con todo.

Maravilloso.

— ¿Quiere que retire su maquillaje?

Alcé la mirada cuando escuché la pregunta hecha por una suave voz.

Era la chica nueva.

No sabía su nombre, pero sí que recordaba su rostro y la manera en que me habló el día anterior. Había decidido el peor momento para hacerme una cejas desiguales y yo, que ya estaba de mal humor, exploté levemente contra ella sin necesidad.

Tal vez puedo ser demasiado idiota a veces.

—Está bien.—Accedí.

Si eso me ahorraba más tiempo de estar frente a las cámaras y su foco, por mi que se tardara lo que quisiera.

Ayer no me había fijado demasiado en ella y de alguna manera, me arrepentía de ello, porque ahora que la tengo cerca, con sus ojos fijos en mi cara, atenta de hacer bien su trabajo y retirar cuidadosamente el maquillaje, me doy cuenta de lo bonita que es.

—Este maquillaje es bueno.—Comentó de repente, sacándome de mi ensoñación.—Sigue casi intacto después de que estuvieran dos horas en el escenario.

No respondí, no tenía ganas de hablar y esperaba que captara aquello. Creo que lo hizo cuando se movió incómodamente para guardar sus cosas.

Me miré en el espejo, sin una gota de maquillaje y luciendo mi piel completamente limpia.

Miré disimuladamente hacia atrás, notando como Taehyung hablaba frente a la cámara, mientras detrás de él, Hoseok y Jimin fingían jugar. Digo fingían, porque es obvio que aquello era para el video, que la gente pensara que siempre éramos así de activos y felices después de un concierto, cuando en realidad había noches de tanto cansancio, frustración y sueño, que no queríamos ni saber del otro.

Tal vez esta noche soy yo quien siente todo eso.

—¿No quiere ir con ellos?

Miré a mi lado cuando terminó de formular la pregunta.

No me gustaba entablar conversaciones largas con las personas del staff o maquillistas, la mayoría de veces ignoraba sus preguntas o saludos.

Pero cuando la vi y clavé mi mirada en sus ojos grandes, mi boca automáticamente planeó una respuesta.

Ella me recordaba a algo.

—No.—Respondí, sólo eso, sin más.

Estaba de pie frente a mi, jugando con sus dedos, mientras miraba hacia todos lados que no fuesen mis ojos, que permanecían en su rostro.

No sabía qué demonios estaba pasándome y me sentía como un idiota, porque sabía perfectamente que parecía un loco mirándole de esa forma y estaba definitivamente incómoda, pero yo no podía dejar de mirarle.

Sus ojos grandes, su boca voluminosa, sus pestañas largas y aquel rostro pequeña.

Digno de una muñeca.

—Tal vez debería ir al baño como excusa.—Dijo, rompiendo con el silencio.

— Quiero dormir.—Le dije.—Esta noche no deseo poner una sonrisa falsa para que la gente comente lo amable que soy.

La vi alzar una ceja, como si aquello le sorprendiera. Pero seguro no le sorprende como a mi, el hecho de que esté hablando con alguien que no sean mis hyungs.

—¿Finge ante las cámaras?

Me encogi de hombros, preguntándome si era correcto seguir con aquel tema o cortarlo de raíz, pero ya había hecho ese comentario y dudaba mucho que ella fuese a borrarlo así de rápido.

— Todos fingimos una parte de nosotros ante el mundo.—Me limité a comentar.

—Pues al parecer eres muy bueno en eso porque todos te creen completamente.—Agregó ella.

—No sé si sentirme feliz por ello o mal porque no pueden darse cuenta de las mentiras que la mayoría de sus ídolos les dicen a la cara.

Y tal vez estaba llevándolo demasiado lejos, pero la vibra que había en Lisa no me hacía sentir equivocado al abrirme por primera vez sobre esto con alguien; no me había dado una mirada acusatoria o a la defensiva cuando se lo conté, así que eso me hacía sentir un poco más tranquilo.

—Tal vez no soy nadie para decirle esto.—Dijo bajito.—Pero si de verdad lo quieren y admiran, será lo mismo si les muestra su verdadero lado. Lo que es usted en la oscuridad.

—Si les muestro todas mis facetas dejaré de ser el gran golden maknae. Amamos a la gente buena y las idealizamos tanto, que eso nos hace sentir un poco mejor sobre los defectos que tenemos incrustados en el fondo de nosotros mismos.

—¿Por qué me está diciendo todo esto?—Preguntó, luego de unos segundos en silencio.—Ayer se portó frío y grosero conmigo. Hoy está hablándome como si fuéramos amigos de años, como si me tuviera toda la confianza del mundo.

No sabía cómo responder su pregunta y me tomó desprevenido, pero tenía razón. Yo también me sentiría confundido si ella hubiese actuado de la misma manera. Pero todo tenía un por qué.

—Me caes bien, muñeca.