Drowning

El inicio del problema

Las malditas pesadillas realmente nunca se iban.

Para este punto de su vida estaba seguro que ya eran como un gaje del oficio. Siempre tenían que pasar por eventos traumáticos, así que no era novedad. 

Después del ataque de la liga y Shigaraki, UA había decidido ofrecer asesoramiento psicológico a todos los estudiantes. Con tanto que habían tenido que pasar siendo tan jóvenes era algo necesario.

Si bien sus pesadillas habían comenzado desde mucho antes, bien pudo aprovechar la oportunidad. Pero él... a pesar de las insistencias de sus maestros y compañeros nunca asistió a las sesiones... viéndolo en retrospectiva, tal vez era por eso mismo que no había aceptado, no deseaba que vieran cuanto realmente necesitaba eso.

Por supuesto que sus compañeros no lo juzgarían por ello, lo sabía, pero también estaba seguro de las expresiones que pondrían, cómo lo mirarían... Sabía que consciente o inconscientemente terminarían tratando de mostrarle su apoyo con sus miraditas de "compresión", buscando dar muestras de afecto para hacerlo sentir mejor. Un claro ejemplo era lo que le había pasado al bastardo de las mitades una vez que se enteraron del secreto de su familia.

Pero a él no le iban esas cosas, no quería la lástima de nadie.

Claro que desde su enfrentamiento con Deku había ido mejorando progresivamente  el manejo de su orgullo, pues sabía que eso mismo le impedía ver sus propias debilidades, pero la idea de ser el mejor siempre y jamás mostrar debilidad ante nada ni nadie seguía firmemente implantada en su cerebro y no era algo que se fuera a ir de un día para otro.

Así, terminó pasando sus años de academia luchando solo con sus pesadillas por ser un terco sin remedio. 

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Al inicio las pesadillas eran sobre sí mismo.

Sobre el villano de lodo, cuando fue secuestrado por la liga...en ambas se sentía ahogado e inservible

En la primera el villano había tratado meterse dentro de él, quitándole la respiración con sus asquerosas prolongaciones, y por mucho usara su quirk y luchara no pudo soltarse.

En la segunda lo habían llevado sostenido del cuello... e incluso cuando pensó que por fin saldría, se lo volvieron a llevar con un "portal" que era mas como una extraña masa que de alguna manera salía de su interior, a veces aún podía sentir el asqueroso sabor amargo en su boca, ahogándolo.

Y en todas esas ocasiones la sensación de no poder respirar era lo que más le había marcado, y el miedo que tenía (aunque no lo fuera a expresar en voz alta) había hecho que con el tiempo creara un pánico a lugares con mucho lodo...y también al agua. 

Sí, el gran héroe que se supone que podía hacer todo, ahora no podía nadar.

Cada vez que se zambullía recuerdos vívidos los atrapaban, sentía como si el agua se espesara a su alrededor y se metía en su cuerpo tal como el villano de lodo y el portal de la liga.

Obviamente esto nadie lo sabía. Ni tienen que saber

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Rechazar las invitaciones a actividades sociales era normal para él así que nadie preguntaba mucho cuando rechazaba todas y cada una de las actividades que incluyeran una piscina. También se excusaba de los entrenamientos que sugerían sus compañeros diciendo que tenía algo que hacer o con un comentario mordaz sobre no perder su tiempo con ellos. Nada nuevo

Menos mal Aizawa no utilizaba ese lugar para las prácticas, si no más bien los gimnasios o simuladores.

Sin embargo justo ahora su profesor estaba explicando una de las dinámicas de evaluación para su último semestre en UA: Un puto campamento de entrenamiento.

No hubiera tenido problemas si fuera a los campos de siempre que estaban en la mitad de un bosque, pero ahora cambiaron a otra locación que era "más segura"..... Y esta tenía un maldito lago en medio.

La ansiedad que le generaba ahora ese cuerpo de agua casi no la podía describir, pero era como si algo estuviera aplastándolo o ahorcándolo, no podía respirar por mucho que inhalara, su corazón palpitaba fuertemente y sentía que podía salirse de su pecho, sus manos temblaban y una vez incluso perdió por un momento el control de su quirk.

Para bien o para mal eso lo había sacado de su ataque y finalmente pudo respirar con normalidad.

Esa vez el ataque de ansiedad se produjo en un parque algo lejos de su casa mientras cruzaba por el puente de una fuerte, por lo que nadie conocido lo vio en ese estado. Después de eso cada que pasaba cerca de algún cuerpo de agua cerraba los ojos para que no volviera a pasar lo mismo. 

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Luego las pesadillas fueron en torno a Deku

Se imaginaba miles de escenarios...y en la mayoría de ellos terminaba perdiendo a Deku:

Deku yéndose definitivamente y para siempre de UA, Deku siendo herido gravemente por andar de entrometido y pelear contra alguien contra quién no podía ganar...y la más reciente adquisición a su colección de pesadillas: Él no llegando a tiempo para desviar el ataque de Shigaraki. 

El imaginar al pecoso fuera de combate, desangrándose a morir lo dejaba mal. Cuando se despertaba tocaba la cicatriz que le había quedado para asegurarse que era real, que Deku no había sido alcanzado, que estaba a salvo.  

Solo entonces notó cuanto le importaba realmente el peliverde, y le preocupaba, porque el complejo de Atlas de su amigo de la infancia era lo que iba a terminar por matarlo.

Ambos siempre habían estado en la vida del otro y no quería que esa constante cambiara, conocía de primera mano la voluntad inquebrantable del nerd y sabía que por eso tarde o temprano terminaba herido...y talvez una de esas veces podría ser gravedad.

Y no quería

Se negaba a la posibilidad de perder a su nerd de ojos esmeraldas, mucho peor cuando hace poco había descubierto que sus sentimientos habían evolucionado a algo más.

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Suspiró alistando sus maletas para la semana que tendrían que pasar en el campamento. Ya tenía que lidiar con la imprudencia de Deku todos los días, ¿pero aumentarle a eso ahora la otra razón de sus noches en vela? 

Negó tratando de no pensar en esa posibilidad, es decir ¿no necesariamente tenía que pasar algo malo verdad?