Ella no sabe nada sobre el oscuro mundo que la rodea. Cree tener todo en calma al haberse enamorado de alguien como él ¿Pero que va a hacer cuando se entere de que hay otros cuatro iguales? Todo lo que tiene en el mundo es a Loki ¿Podrá resistir el...
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¿Cómo lo conocí? Un tipo en un bar, intentó sobrepasarse conmigo. Él lo impidió, lo golpeó y lo hizo disculparse. Como no me gustan tampoco los abusivos, le agradecí y me alejé. Era guapísimo, alto, ojos verdes, mirada intensa y traviesa. Pero me fui. Dos días después volví a verlo en la calle mientras intentaba tomar un taxi. Él paró su auto frente a mi, un flamante Bugatti Chironde color verde oscuro. Bajó los vidrios polarizados y me miró.
No sé en qué estaba pensando cuando acepté que me llevara, no es usual en mi. No llego y me subo a autos de desconocidos por interés. Ni siquiera fue por eso, porque me negué de nuevo e intenté seguir mi camino. Él paraba para seguirme, le dije acosador y amenacé con denunciarlo. Pero su risa me entorpeció el pensamiento y 48 horas más tarde estaba enredada en sus sábanas de seda en su pent hause de lujo.
Nunca había tenido ese tipo de sexo, duro, dominante. Y nunca pensé que me iba a gustar tanto. Nunca pensé que íbamos a llegar a estar mas que una noche juntos.
Un año después seguimos juntos y hemos venido de vacaciones a Londres. Loki es extravagante para sus cosas, al principio me parecía derroche y me hacía sentir incomoda. Con el tiempo logré acostumbrarme, porque después de todo yo lo amaba tanto por fuera como por dentro.
—Buenos días princesa — sus largos brazos me rodean la cintura. Estoy apoyada en el balcón con una bata de seda negra abierta y una taza de café en la mano. Su rostro se entierra en el hueco de mi cuello y hace a un costado mi cabello — ¿Despertaste hace mucho?
—No — murmuro girándome hacia él. Toma el café de mis manos y me lo quita, sus ojos orgullosos de su intención — No quiero irme — murmuro haciendo un puchero.
—Oh bebé, ya lo sé — acaricia mi cara, tomando un mechón de mi pelo entre sus dedos — realmente me gustaría quedarme más tiempo. Pero tengo que volver a la empresa. Si no estoy ahí, mi hermano se va a molestar.
—Cierto — respondo mirando a un costado pensando. Loki poco habla de su hermano y cuando lo hace es tajante y distante. A veces parece titubear sobre si seguir hablando o cerrar la boca.
Habitualmente la cierra y no dice nada.
Para llevar un año deberíamos saber todo el uno del otro, él sabe todo de mí. Sabe que mis padres están muertos, que me crié con mi abuela y que trabajé como mesera y que amaba el ballet. No tengo hermanos. Solo sé sobre la existencia de un hermano y claro, sobre la empresa familiar que manejan entre los dos.
—Estaba pensando — susurra — en que pudieras conocerlo.
—¿A quién? ¿A tu hermano?
—Hermano, sí — aparta sus ojos de mí — ha pasado tiempo. Creo que ya estoy listo para esto.
