Enamorada De Mi Mejor Amigo

El pasado siempre vuelve

Pov Lexie

Me desperté con unas ganas horrendas de volver el estómago, corrí directamente al baño, las arcadas son insoportables, he pasado toda la semana así.

-Mi amor ¿estás bien?-me encontré a Alex parado bajo él marco de la puerta

-No, estoy desde las 4am así tengo sueño-hice un puchero para ponerle drama a el asunto.

-Oh mi nena, vamos a la cama cariño -yo me lavé los dientes y lo tomé de la mano para ir a la cama.

Una vez debajo de las cobijas me acurruqué contra mi Alex y él me abrazó por la cintura, poco a poco fui quedándome medio dormida hasta que escuché a mi bebé llorar.

-Tranquila nena yo voy -iba a protestar pero Alex ya se había levantado.

Últimamente ha sido más dulce de lo normal conmigo, me trata como una princesa, y la verdad lo necesito, me siento muy cansada.

Unos minutos después veo entrar los dos hombres más importantes de mi vida, a la habitación.

-Traté de calmarlo pero solo te quiere a ti - mi pequeño bebé estiró sus manitas hacía mí.

Sonará estupido pero en ese momento no me importó nada, de estar cansada me sentí recargada, mi Izan es un pedacito de mi corazón, sin el yo me volvería loca.

-¿Cómo está mi bebé hermoso?- acosté a Izan a mi lado y comencé a besar su carita.

-Bien mami-él llevó su manita a mi vientre y dio un par de caricias.

-Mi amor ¿Puedes preparar en desayuno por favor- puse una sonrisa como la del gato de Alicia en él país de las maravillas.

-Si, pequeña ¿Algun antojo en especial?- lo pensé un momento y decidí molestarlo.

-Si, pero primero él desayuno -le guiñé él ojo y él se puso como tomate.

-Gatita... Me refiero al desayuno - dijo negando con la cabeza y una sonrisa divertida.

-Bueno... Ya que lo dices, ¿Me puedes hacer unas enchiladas por favor? -se me hizo agua la boca solo de pensarlo.

-Tus deseos son ordenes- dio una reverencia y se fue.

-Papá es muy guapo ¿no?- Izan asintió, me dio un besito y se recostó en mi pecho.

****

-Mi amor cocinas delicioso, podría secuestrarte ¿lo sabías?- Alex comenzó a reír.

-Si, aunque no necesitas secuestrarme, yo soy tuyo -se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.

-Te amo mucho-

-Yo a ti gatita - Izan maulló y eso me dio risa.

Seguimos comiendo en silencio hasta que tocaron la puerta, en sonido me puso algo nerviosa, no entendí en ese momento el porqué me sentía así, solo sabía que algo malo estaba por pasar, aun así ignoré esa sensación.

-Yo voy gatita-Alex se levantó de su silla y yo lo seguí, por alguna razón sentí que tenía que hacerlo.

Vi como abrió la puerta pero no alcancé a ver quien estaba afuera de casa, así que me acerqué un poco, cuando vi quien tocaba mi mundo se detuvo, corrí hacía Izan y lo llevé a él cuarto de juegos.

-Mi amor quedate aquí, no importa que pase si papá o yo no venimos por ti no salgas ¿está bien?- Izan se veía confundido pero asintió.

Salí de la habitación y cerré con llave por fuera, tal vez no debía estar tan nerviosa pero hacía años que no lo veía, y mi niña interior asoció a Izan con mi yo de la infancia, me acerqué a la comoda que estaba en el pasillo, tomé el arma que tenía guardada y me encamine a la puerta.