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                         El novio

La pelinegra llegó de la universidad, tirando directamente su mochila al piso para después dirigirse a la oficina de su pareja.

Este se encontraba leyendo un par de documentos de su trabajo, por lo que decidido moverse incomodamente a través de la puerta, intentado no hacer mucho ruido para no interrumpir. Su novio alzó la vista, quitando momentáneamente su atención de sus hojas que yacían entre sus manos, pues el torpe de la menor por mantener todo en silencio, había fracasado.

"Ven aquí cariño", dijo el de hebras castañas con inmediatez, devolviendo su vista al texto impreso, tal como lo hacía anteriormente.

La sumisa se acercó a el lentamente, sintiéndose avergonzada por no haber logrado su cometido.

-Se que no debo interrumpirte, pero.... te extrañe mucho, mascullo con timidez, entrelazando sus propios dedos como signo de nerviosismo. El adverso dejo las hojas y se inclinó hacia atrás, dándole una palmada a su propia pierna. Los ojos de su chico se abrieron de par en par, mostrando su brillo de felicidad. Sin pensarlo dos veces, fue a sentarse sobre el regazo de su novio, lo rodeó entre sus brazos y dejó besos en si barbilla, labios y cuello.

"¿Quién es mi pequeña bebé consentida?" Cuestionó el mayor en su susurro

-"¿Yo?"

"Más seguridad", dijo el de hebras castañas en un tono de seriedad. "¿Quién es mi hermosa y obediente bebé?"

-Yo, afirmó la pequeña, sintiendo como sus mejillas ardían en un sonrojo

"Correcto", musito de su pareja, besando a la pelinegra de nuevo al mismo tiempo que subía sus piernas al escritorio para que su chica quedará enfrente de el. Quería verla en un mejor ángulo.

-Te quiero, amor, mencionó la contrario en un tono suave. ¡Hoy me he portado muy bien! He seguido todas las reglas y no he hecho nada malo, y, ¡he entragado todas mis tareas!

"Buen trabajo, cariño. Te estás volviendo muy responsable" respondió el dom, sonriendo y besando la sien ajena.

-¿Eso significa que podemos hacer cosas? Pregunto la menor con entusiasmo.

"Un poco más tarde. Estoy disfrutando de las sensación de ti en mi regazo".

-De acuerdo, cielo, asintió mientras rodeaba el cuerpo de su pareja, sintiéndose comoda entre sus brazos. El mayor por su parte, sonrio con descaro y deslizó su mano entre las piernas del adverso  en una no muy disimulada "casualidad" antes de recoger de nuevo los documentos que leía minutos atrás.

"Papi", tartamudeo la contraria mientras a mover sus caderas lentamente en dirección a la enorme mano que apenas rozaba su entrepierna.

"Quédate quieta", ordenó, a la vez que frotaba con sus nudillos en la vagina impropia. "Nos estamos 《abrazando》. ¿Por qué mierda tartamudeas?, ¿mhm?

-Pero, tu mano, gimio la más pálida, luchando contra el impulso de jorobarse completamente para sentir más de el.

"¿Qué pasa con mi mano? Sólo está descansando cómodamente", se excusó, pasando una página de sus documentos y continuaba el roce lentamente. La pequeña gimio con fuerza y enterró su cara en el cuello de su novio.

"Dejame terminar esta hoja", dijo el castaño distraidamente mientas deslizaba su mano dentro de la ropa interior de la contraria.

- Acaba conmigo primero, por favor, susurro con un tono de desespero. El de mayor estatura levanto la vista con una mirada confusa que la ajena sabía que era falsa.

"He dicho que más tarde, ¿no?, ni siquiera estoy haciendo nada y te pones de este modo. Pobre cachorrita patética

~Relatos Hot~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora