Capítulo 6: Dc. Moriarty

299 23 0
                                    


Conan

—¡Guau! ¡Es una pistola real! —exclamó emocionado Genta, llamando la atención de todos.

—¡Devuélvela a su lugar, Genta! —grité fuertemente, asustando a mi amigo moreno.

—P-Pero si nos encontramos a un hombre peligroso, sería útil ¿verdad? —preguntó desconcertado.

—¡Las armas que no sabes cómo usarlas son inútiles y solo causan problemas! ¡Déjala! —negué firmemente con molestia.

—No pretendía nada, solo estaba curioseando. —me respondió Genta nervioso regresando el arma, mientras yo guardaba una foto de dos anillos de diferentes tamaños.

Será útil en algún momento.

—¡Bien! ¡Vámonos antes de que sea demasiado tarde! —exclamé caminando para salir del lugar, seguido de los demás.

—Lo dice quien si sabe disparar. —me murmuró divertida Ai, mientras salíamos de la casa.

—Si, pero ellos no lo saben. —le devolví el susurró divertido. —Como amo a esta chica. —pensé atontando siguiendo el camino.

Ninguno de nosotros notó que el niño Hideki tomó el arma, tal vez si lo hubiéramos notado las cosas hubieran sido mejores y no hubiéramos perdido a tantos.

————

Habían entrando en el Club de Cartas, solo debían esperar un momento oportuno, pero todo se fue al carajo cuando Hideki apuntó con el arma que tomó de la casa de Sherlock Holmes a un hombre que hacía trampa, claro que eso lo supo por el detective rejuvenecido. Así terminaron en una pelea hiriendo a varios de los jugadores.

—¡Cuidado, Conan-kun! —gritó Seiichiro, protegiendo con su cuerpo al detective, de esa forma una silla lo golpeó. 

Ran corrió de inmediato al hombre y le dio un patada de Karate dejándolo inconsciente. —¡Kikukawa-kun! —gritó antes de correr hasta esos dos.

—¡Oye! ¡Resiste! —exclamó el detective preocupado acercándose al niño de saco azul y ojos achinados.

—Me han dado, con esto devolví lo que te debía por haberme salvado. —comentó tranquilo, Seiichiro. —¡Contamos contigo! —habló con una sonrisa antes de desaparecer.

—¡Oye! —exclamó, viendo una luz blanca rodearlo, hasta desaparecer.

—Kikukawa… —murmuró Hideki impresionado, igual que sus amigos, eso había sido un gran shock para ellos, al igual que su padre.

Luego fueron Ayumi y Mitsuhiko, cuando les rompieron una botella en la cabeza, por haberse distraído.

—¡M-Mitsuhiko-kun! —lo llamó impresionada Ayumi, viendo una onda de colores aparecer desde su pecho.

—Ayumi-chan, parece que perdimos. —le dijo este calmado mirando a su amiga en igual condición.

—¡Conan-kun, asegúrate de salvarnos, ¡¿de acuerdo?! —exclamó alegre Ayumi.

—Ayumi-chan, Mitsuhiko-kun. —los llamó consternado viéndolos rodearse por una luz blanca y desaparecer. —¡Esto es malo! ¡Si seguimos así, estaremos todos acabados! —pensó frustrado Conan, viendo a su novia esquivar a un hombre, mientras su amiga de la infancia le daba una patada en el rostro.

—S.H. —murmuró un hombre tomando el arma. —Sherlock Holmes. —volvió a murmurar apuntando al detective rejuvenecido mientras éste escapaba del hombre hábilmente como si jugara un partido de fútbol.

—¡Conan! ¡Cuidado! —gritó Genta interponiéndose en el disparo.

—¡¡Genta!! —le gritó viendo como este se quedaba estupefacto.

El Fantasma de Baker StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora