Noches de nostalgia - Noche 1

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Siempre escogemos la noche para ponernos románticos o melancólicos, como sea cualquiera de las dos opciones suele ser la más acertada.
Se me ha partido el corazón mil veces recordando cada bendito o maldito momento que pasé contigo, he llegado a pensar que quizás mis días ya no tengan sentido, que la luz pierde significado, que las tardes son más oscuras que la misma noche y de repente recuerdo, es un sentimiento recurrente que se aparece cada vez que alguien que significó tanto decide marcharse. Probablemente lleve días llorando amargamente su partida o tal vez solo vaya a sumergirme en un profundo silencio acompañado de desánimo, angustia y desesperación.

Me he cansado de esperarle, que abra la puerta y me diga que todo ha sido un sueño y recibir un cálido abrazo de su parte. Son tantas cosas que lastiman el alma y creo que ya no puedo continuar. Cómo le miro a los ojos y le digo que mis sueños y mis aspiraciones estaban con él, que había construido ese futuro, la utopía perfecta solo con él.

De ahora en adelante tengo que fingir que todo está bien, que no he llorado, que la sonrisa es la expresión más habitual en mi rostro, que el brillo en mis ojos es de alegría y no de un corazón roto. No sé si lo más triste es que nadie entiende mi dolor y las personas solo esperan que actúes como si nada te estuviera lastimando, como si un simple consejo te fuese a abrazar en las noches y darte el soporte suficiente para continuar.

Hoy escribo con el corazón triste, con los ojos a dos de las lágrimas, con los recuerdos varados en la entrada, con la necesidad de vivir más de ese momento y aún sabiendo que si el pasado se cambiase el futuro no fuera igual, lo haría, cambiaría una pequeña parte de él por vivir tres o cuatro minutos más en la idea de una relación perfecta que ya ha terminado.

Quizás la persona que lea este escrito llegue a pensar que tengo problemas, que debo aprender a quererme y no regalarle mis lágrimas a cualquiera, que el amor va más allá de la simple obsesión de estar en un lugar donde nadie te quiera. Resulta complejo, pero sabemos que las perspectivas no son iguales y que cada quién ha creado un concepto diferente de las cosas. Me he enamorado muchas veces y cada una me ha lastimado de diferente forma, he aprendido con cada lección, pero eso no cambia que siga sintiendo dolor.

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